miércoles, 30 de diciembre de 2009

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!

HACE APENAS UNA SEMANA, RENACÍAN EN EL ALMA Y EN LOS CORAZONES, LOS VALORES QUE SE ENCARNAN EN ESE HUMILDE NIÑO NACIDO EN BELÉN, QUE YO RECONOZCO COMO MI NIÑO-DIOS, PERO AL CUAL, NADIE PUEDE DEJAR DE VER COMO UN MENSAJERO ESPIRITUAL INVALORABLE.

AHORA ESTAMOS CAMINANDO LAS ÚLTIMAS HORAS DE UN AÑO QUE CARGA TRAS DE SÍ CON UNA DÉCADA, LA PRIMERA DE ESTE SIGLO XXI, DURANTE LA CUAL, LA VISIÓN INDIVIDUALISTA TOMADA COMO BANDERA POR ALGUNOS, HA PERJUDICADO A MUCHOS HABITANTES DE LA TIERRA Y AL MISMO PLANETA, QUE ES NUESTRA CASA EN EL UNIVERSO.

POR ESO ES MI DESEO PARA TODOS LOS QUE VAMOS A COMPARTIR ESTE PASO AL 2010, QUE LO HAGAMOS
  • CON LA RESPONSABILIDAD DE SABER QUE DEBEMOS PRESERVAR Y SANEAR EL MUNDO QUE NOS FUE DADO PARA LAS GENERACIONES VENIDERAS...
  • CON LA SOLIDARIDAD DE ENTENDER QUE TODOS SOMOS IGUALES COMO PERSONAS, MÁS ALLÁ DEL LUGAR O DE LAS CIRCUNSTANCIAS EN LAS CUALES NACIMOS...
  • CON LA CERTEZA DE QUE EL AMOR ES EL VALOR UNIVERSAL QUE DA CABIDA A TODOS LOS SENTIMIENTOS POSITIVOS PARA LA HUMANIDAD...
  • CON LOS DESEOS DE PAZ, JUSTICIA SOCIAL Y ANHELOS DE UNA FELICIDAD POSIBLE PARA LOS HOMBRES Y MUJERES POR IGUAL...
  • CON LA CONVICCIÓN DE QUE LA INFANCIA DEBE SER CUIDADA COMO TAL ...
  • CON EL FIRME PROPÓSITO DE QUE LA VIOLENCIA Y TODO LO QUE ELLA CONLLEVA DEBE SER ERRADICADO PARA HACER DEL MUNDO UN LUGAR DIGNO PARA VIVIR...
  • CON MUCHAS GANAS Y MUCHA PASIÓN PARA TRABAJAR PORQUE TODO ESTO SEA REALIDAD, DESDE NUESTRO PEQUEÑO LUGAR EN EL ESPACIO SIDERAL...

UN BESO Y UN ABRAZO ENORMES PARA TODOS...¡¡¡MUCHA MUY BUENA SUERTE Y MUCHÍSIMAS BENDICIONES!!!...QUE DIOS LOS CUIDE Y LOS PROTEJA JUNTO CON SUS SERES QUERIDOS.

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO 2010!!!!

HAYDÉE NORMA PODESTÁ - (Para muchos de mis amigos, HEIDI)

martes, 22 de diciembre de 2009

FELICES FIESTAS



Gente necesaria

Hay gente que con solo decir una palabra
enciende las ilusiones y los rosales.
Que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otra zona.
Nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas
y con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entre casa.

Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, invita sueños,
hace cantar el vino en las tinajas...
y después se queda sin nada.

Hay quien se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria!!!!!

Hamlet Lima Quintana




PARA TODA LA HERMOSA GENTE QUE HABITA ESTE PLANETA, LES DESEO SONRISAS EN EL ALMA...SUEÑOS E ILUSIONES...LAS GANAS PARA CONVERTIRLOS EN PROYECTOS DE VIDA ...Y LA FORTALEZA NECESARIA PARA CONCRETARLOS EN REALIDADES.


SON MIS DESEOS QUE TODO LO QUE FLORECE EN LOS CORAZONES: ANHELOS DE PAZ, DE AMOR, DE BIENESTAR, DE FELICIDAD, SE CORRESPONDAN A LO LARGO DEL AÑO CON LA ESPERANZA DE UN MUNDO MEJOR, LA SOLIDARIDAD HACIA TODOS LOS HOMBRES Y LA REALIDAD DE UNA JUSTICIA SOCIAL QUE HAGA DE NUESTROS PAÍSES LUGARES DIGNOS DE SER HABITADOS SIN DISTINCIONES ENTRE LOS SERES HUMANOS.


TAL VEZ PAREZCA UNA UTOPÍA...PERO SI SUMAMOS TODAS LAS UTOPÍAS, ALGÚN DÍA, EN ALGÚN TIEMPO, SERÁN UNA REALIDAD.


UN ENORME BESOABRAZO QUE NOS CONTENGA A TODOS HERMANADOS EN EL AMOR
UNIVERSAL QUE ENCARNÓ EN ESE HUMILDE NIÑO NACIDO EN UN PESEBRE PERO QUE REAVIVÓ EN LAS ALMAS EL DESEO DE SER MEJORES PERSONAS.




¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!! ¡¡¡FELICES FIESTAS!!!!


¡¡¡¡FELIZ 2010!!!!


CON MUCHO CARIÑO....HEIDI


Haydée Norma Podestá






domingo, 13 de diciembre de 2009

SILENCIOS


Presiento, amor, los latidos de tu sangre.
Intuyo tu respiración acompasada.
Cavilo en tu intimidad de pensamientos.
Palpito tu sentimiento más profundo.
Y en esa identificación
con la verdad mejor guardada
por tu alma
se me revelan todas las verdades
presentidas...
y el corazón justifica
los silencios.

Dicen que siempre brilla el sol
tras las tormentas...
y nuestro sol sigue amaneciendo
cada día
en este cíclico conocer
que nos amamos
desde el soplo mismo
que nos dio la vida.

Más allá de eso
-lo mundano-
nada importa.
Más allá de eso
-lo del alma-
importa todo.

Te amo
-vos lo sabés-
y a mí me basta.
Haydée Norma Podestá
Rosario, 13/12/09







lunes, 7 de diciembre de 2009

EL CAMINANTE

El caminante sentía que sus fuerzas se agotaban, cuando la débil señal de una columna de humo, alentó sus esperanzas de hallar vida en aquel páramo, hasta ese momento desierto, para sus ansias de compañía.
A veces, la soledad es deseable como la amada imposible de locas quimeras. Pero muchas otras veces se desploma abrumadora sobre las criaturas, atando sus voluntades a la tierra. En esos momentos, los pies semejan raíces que se prenden a las entrañas ávidas de Gea, como anticipando el sueño que nos convierte en una eternidad polvácea.
Hasta ese volátil instante en que descubriera la pequeñísima línea de humo negro, sus pies se habían enredado en un andar trastabillante, reclamado con desesperación por el vientre planetario, casi impidiéndole avanzar. Después, fue distinto. Incluso el paisaje grávido por el espeso manto de nieve, pareció iluminarse. Quizás las sensaciones de un sendero lumínico estuvieran alentadas por la aparición del impávido rostro lunar entre las grietas de las nubes. Pero, cualquiera fuese la causa, la compañera argenta de la noche le marcaba un sendero de luz en la oscuridad que, por alguna razón inexplicable, nacía entre sus pies y se alejaba perdiéndose en dirección a la desdibujada columnita de humo. El resto de los elementos, a su alrededor, continuaba la realidad agreste y solitaria del entorno. Sólo esa estrecha senda fosforescente viboreaba hacia el calor que prometía alguna cabaña. Porque donde hay humo, hay fuego…un hogar, personas, voces, manos amigas, alimentos calientes…
Sus entrañas le desgarraron el hambre con sonoros gemidos, haciéndolo consciente. Hambre y cansancio. Muy pronto, ya no tendrían razón de ser.
Enderezó la espalda, alivianó el morral despojándolo de todo lo que consideró superfluo y encaminó su fatiga para alcanzar ese pequeño resquicio de vida que lo atraía hacia delante. ¡Qué importaban los dedos al borde del congelamiento! Allá los liberaría de trapos y zapatones para abrirlos, moverlos, acariciarlos al calor de la lumbre. La sensación de sus manos masajeando los pies desnudos fue tan vívida que éstos recobraron sensaciones del calor perdido en la extenuante caminata. Por un momento, hasta imaginó a una muchacha calentando sus pies con pequeños y furtivos besos.
Tan de prisa caminaba que su respiración comenzó a molestarle. El golpe del hambre le llenaba la boca con saliva espesa. Un hilillo de baba se perdía entre la barba, congelándose en cristales de luz sobre la misma. También el aire tibio que exhalaba su resuello se congelaba y los pulmones resistían con dolor el ímpetu de la marcha. Todo su cuerpo era un dolor que avanzaba ávidamente hacia la tenue columnita de humo, casi etérea en la soledad del paisaje. Agotamiento agonizante que tenía en aquella su norte de esperanza, calculó que apenas media hora de su vida lo separaban del calor vitalizante de la cabaña.
Avanzó, trepó, descendió, se deslizó; a veces tropezando, a veces con fuerzas nuevas. Cuando casi comprobó que tras la lomada estaba su salvación, sacando las fuerzas postreras, echó a correr hasta alcanzar la cima…¡y la vio!
Muy cerca estaba la ansiada columnita de humo casi apagándose sobre los despojos de la cabaña incendiada, reducida a una mancha mucho más negra que la oscuridad que regresaba para envolverlo en su manto de desesperanza.
Otra vez solo con el hambre, con el dolor, con el viento; con las voces del silencio estepario; con el presentido aullido de los lobos. Hasta la luna habíase escondido tras las nubes, robándole la ilusión de otro camino fosforescente sobre la frialdad inescrutable del paisaje nevado.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 09/ 11/ 09

sábado, 5 de diciembre de 2009

INVOCACIÓN FLUVIAL (A mi amado Paraná)

Oh río soñador como pájaro marrón que busca el alba.

Oh camalote, flotante isla verdiazul del agua.

Oh saucedal ondeante que besa al río con sus ramas.

Oh surubí que saltas, arlequín instantáneo, pirueta extraña.

Oh nube, reflejada en el espejo caminante que no aguarda.
Oh pájaro que cruzas un momento y te pierdes en la nada.
Oh pescador, duro y sombrío, que denuncias tu hambre con la tanza.
Oh velero que en rauda estela te escapas.




Oh mi sangre fluvial que se dilata.
Oh mi carne pluvial que se recarga
con el río, el camalote, el pescador,
la nube, el pájaro
y el saucedal
que tiembla
y que me abraza.
Haydée Norma Podestá

domingo, 29 de noviembre de 2009

MI DULCE ENSUEÑO

El alma es una fuerza que comparte, el cuerpo una fuerza que recibe. El alma
es inmortal, el cuerpo muere. El alma es orden y felicidad infinitos, el cuerpo
es tristeza y aleatoriedad.

Me levanto de mi sueño en ese preciso límite transitorio donde un día se despide de su ajetreada vida de veinticuatro horas para dar lugar al nacimiento de otro que comienza ya a alejarse hacia su meta final. Sobre la cama quedaron las sábanas revueltas, delatoras mudas de mi pesadilla, ésa que insiste con persistencia de mula terca en acompañarme a través de los años... Me veo caminando, solitario ser sin edad, por los pasillos de un cementerio; siempre idéntico cementerio, siempre iguales tumbas, cuyas lápidas, torcidas y desgastadas, emergen de la tierra como brazos de seres que imploraran unas horas más de vida sobre la superficie del planeta. Una medialuna creciente aparece cada tanto entre las nubes, como para justificar la luminosidad mortecina que envuelve el extático paisaje. Incluso los árboles parecen dormidos en medio de ese entorno olvidado hasta de la brisa más leve. Todo existe como petrificado por algún conjuro de un hada madrina adversa a mi nacimiento.
Sacudo la cabeza para ahuyentar los pensamientos negativos producidos por el mal sueño pero la sensación de continuar al mismo tiempo dentro y fuera de él se intensifica. Pareciera que la dimensión atemporal de lo soñado y la dimensión real de mi espacio físico se confundieran en una nueva dimensión de espacio-tiempo. Porque ya no soy yo soñando un sueño sino que yo misma comienzo a existir dentro de mi propia historia onírica...Relampaguea un presentimiento de inusuales circunstancias entremezclándose a la rutina de mis días.
Me deslizo por el camino central del cementerio mientras la convicción de que algo ha cambiado me provoca un estremecimiento. Cruzo mis manos para abrazar mis brazos tomando conciencia del frío de la noche que se cuela entre la levedad de la tela de mi camisón blanco. Entonces percibo que los árboles ya no son seres inmóviles en el paisaje nocturno sino que agitan levemente su follaje salmodiando un canto desconocido. La luna ha crecido en el cielo hasta convertirse en una redonda moneda de plata y delimita un sendero que me atrae hacia adelante. Ninguna resistencia opone mi cuerpo al lumínico llamado mientras mis pies se deslizan sobre el pavimento frío, guiándome entre las losas funerarias hacia una tumba. Apartada, desgastada, deslucida, abandonada...
Por no sé qué causa inexplicable, mis lentos movimientos hacia ella, van borrando el resto del paisaje, desapareciendo tumbas y árboles para dar paso a un predio de hierba fresca, de un verde muy brillante, en tanto la losa de la lápida crece hasta convertirse en la puerta de entrada a una morada desconocida.
La brisa va aumentando de intensidad hasta convertirse en un viento tan fuerte que casi me impide avanzar hacia la puerta tallada de la entrada, que, con un chirrido de goznes oxidados, va abriendo la lenta queja de su misterio interior.Negros nubarrones cubren el cielo borrando los postreros rastros del camino hacia la tumba devenida en un blanco palacio de mármol, pero el brillo de las paredes me señalan mi destino final, pues la oscuridad de la entrada abierta se plasma en la mancha impoluta de las paredes...y hacia ella me dirijo, sin pensar, sin vacilar, como si toda mi vida terrena hubiese estado esperando este instante, luchando tercamente contra las fuerzas que intentan detenerme.
Traspongo el umbral para encontrarme en el patio de armas de un castillo medieval, golpeándome el rostro el sonido de voces y relinchos, mientras contemplo con asombro aquel ajetreo desconocido para quien soy ahora pero de alguna manera presentido en las fibras íntimas de mi inconsciente. Nadie parece prestarme atención hasta el momento en que mi camisón deja de serlo para encontrarme enfundada en un largo vestido blanco, de una tela pesada, ajustando mi talle, mientras mis cabellos, mis largos cabellos rubios, van tomando vida propia y arman una gruesa trenza de oro que desciende por la espalda, debajo de mi cintura. En ese momento, repara en mí una criada madura, muy entrada en carnes, que corre torpemente a mi encuentro y me toma de la mano para arrastrarme hacia una enorme habitación interior, tapizada de armas y pendones, mientras nos abren paso los hombres que se hallan en el patio, haciendo corteses reverencias de cabeza.
Un hombre alto, de viril hermosura y ojos castaños con un travieso brillo en las pupilas, se da vuelta tendiéndome las manos, mientras una sonrisa ilumina su rostro...
_ Mi Dama de las Lagunas, mi amada Señora...
Dibuja mi sueño tu rostro, tu forma, tu alma camina de mi mano.
No hay nada más real que soñarte viviendo...porque vivo soñando con este momento del encuentro que nos hará vivir muy juntos la eternidad de un amor tanto tiempo esperado.
No pienso en la incongruencia de un lenguaje tan actual como el mío en un ser nacido tanto tiempo antes porque mi único deseo es perderme en esos brazos que me encierran como un cerco tibio y protector. Tampoco percibo cómo va desapareciendo el entorno del castillo, pues mi alma se une en una sola con mi amado Caballero para perderse juntas en los espacios infinitos.
Quizá en un postrer reflejo de pensamiento humano, imagine qué dirán frente a mi cama de sábanas revueltas por el dulce ensueño...y cuánto tardarán en preguntarse dónde estoy y por qué he desaparecido sin dejar huellas.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 29 de noviembre de 2009,entre las dos y las cuatro y veintiocho de la mañana.

sábado, 28 de noviembre de 2009

VERSOS DE INVIERNO EN VERANO

Hoy no te alcanzo mis manos
para que no cojas el pedazo de invierno
que tengo entre ellas...

He juntado una a una
mis más de sesenta primaveras...

Ahora mis manos
y mi cuerpo
sienten la llegada del verano
con tu alma,
con tu cuerpo.

Jeme Mazzetti Burga

jueves, 26 de noviembre de 2009

NUESTRA HORA


Cinco minutos exactos
para las seis de la mañana...

La lluvia entona
una cópula de amor en mi jardín.
Desliza su beso
con ternura húmeda
sobre las resecas ansias
de la frágil hierba,
del jazmín en flor,
del fruto redondo
de mi limonero.

Cinco minutos exactos
para
-----las
--------seis
------------de la
-----------------mañana.

¿Dónde está el rocío
de tus besos,
amado lejano?
¿La fresca lluvia
de tu amor
sobre mi piel morena
de sol?

Cinco
------minutos
---------------exactos
para las seis de la mañana...

Salgo
para mojar en la lluvia
nuestra hora del amor...
Empapo mis ojos
de un cielo por ambos
compartido
mientras llueve
sangrando
esta lejanía de vos.

Cinco minutos apenas...
Escucha...
¿Sientes latir mi corazón?
Cinco minutos apenas
para las seis, la hora
de nuestro encuentro
de amor.

Rosario, 15/11/08
Haydée Norma Podestá



viernes, 30 de octubre de 2009

COMO UNA GOTA DE AGUA...

amado mío...
como una gota de agua
llego a vos cada mañana
para perderme en los mares de tu alma...
como una gota de agua
me derramo en las horas de tus días
para perderme en cada instante de tu vida...
como una gota de agua
desciendo en el polvo del camino
para perderme en las huellas de tus pasos...
como una gota de agua
absorbida en la sed de algún desierto
me pierdo en la arena de tus tiempos...
como una gota de agua
marcando el relieve de tu rostro
absorbo la sal de tus sudores...
como una gota de agua
tintineando sobre tu cuerpo
me pierdo en la lluvia que te empapa...
como una gota,
pequeña, minúscula perla de agua,
paso desapercibida
en el mundo real que te rodea...
pero está, amor,
en cada suspiro vital de tu existencia...

amada mía...
eres esa gota de agua,
minúscula, chispeante, persistente
que viene desde la pila bautismal
a mi existencia.

Haydée N. P./ Jeme M.B.

martes, 29 de septiembre de 2009

ANCESTRAL




















Feliz el hombre que a su tierra vuelve

y en casa solariega repone su fatiga

en tanto rondas de ancestrales duendes

rescatan imágenes lejanas y queridas.


Ignotos recovecos, ensueños del olvido,

las risas de la infancia, amores que se fueron.

Excéntrico bagaje, del tiempo prisionero

que libera el alma en un breve suspiro.

¡Ay, quién pudiera volver
a vivir de viejo
donde naciera niño!
_____________________
Haydée Norma Podestá
Fisherton, 22/01/08

sábado, 26 de septiembre de 2009

UN SOL DE MEDIANOCHE




La noche viene con el verso en las entrañas

haciendo un poema de amor entre las carnes...


Esos rasgos que escribimos sin descanso

son grabados por tu cuerpo y por el mío...


No hay silencios que habiten en el alma

y el verbo se genera sin fatiga...


La oscuridad se presenta luminosa

cuando el amor la ha llenado de destellos...


Un nuevo sol va habitando el horizonte;

tú y yo, solos los dos, y el infinito.


Jeme Mazzetti Burga

viernes, 25 de septiembre de 2009

TU DOLOR...MI DOLOR...


Por la simbiosis esencial de nuestras vidas
quiero que me traspases tus penares;
no es dolor sentir la herida de tus males
sino gozar contigo esas heridas.

En la mística conjunción de nuestras almas
por ósmosis es mío el sufrimiento;
verte sano para vivir la vida, quiero;
reir, brotando el brillo en tu mirada.

Así, en juventud espiritual nacemos,
a este mundo, cada madrugada;
ígneo holocausto de amor nos ofrecemos

en el sagrado altar de nuestras almas.
Porque día a día, al desandar senderos
vamos anudando iguales tramas.


Haydée Norma Podestá
Fisherton, 25/09/09

domingo, 20 de septiembre de 2009

PENSANDO...


Hoy me quedé pensando,
amor,
en la muerte del tiempo.
En ese cronos sombrío
más allá de la vida.
La muerte que nos sepulta
-vacíos, inermes,
sentimientos fenecidos-
en la terca rasura
de la que, a veces,
nos retorna el olvido.
Entonces, a algunos elegidos,
caballeros andantes
de la idea escrita,
los vomita
a perpetuarse en el presente
de otros, que no olvidan.
Cultura.
Memoria colectiva.

Hoy estamos, vos y yo,
aquí, poetas de esta vida,
soñando juntos, amor,
iguales sueños perdidos
de tantos...¡tantos!...
amantes que ya han sido.
Mañana...
no sé...
Quizá la misma muerte
que nos separe, nos una,
en ese tiempo en sombras
más allá de la vida.

Haydée Norma Podestá

domingo, 6 de septiembre de 2009

COLORES

Amarillos de sol
fueron los días de mi infancia.
Poco a poco
se abrió el naranja de mi juventud
¿Quizá me vaticinaba
un punto de equilibrio
en mi vida?
Debo preguntarme
cuántos fueron los equilibrados momentos
de tantas situaciones transitadas,
mientras mi mente las envolvía
en los violáceos velos
de la elevación suprema.
¿Acaso se gestaron mientras avanzaban
en ese azulceleste cielo,
que miraba soñadora,
a la sombra de la parra englorietada,
inocencia tendida de espaldas
en el pasto verde de la huerta?
Ya en ese mismo instante
se proyectaba
mi maternidad rosácea,
tan deliciosa y ansiada.
El rojo de la pasión engendrante
de mi continuidad en el tiempo que vendrá,
por el balbuceo de mis infantes
quedó postergado...
largos años...
hasta que estalló en el fuego bermellón
del ser adulto.

Hoy, coqueteo,
entre el plata
del reconocimiento de los otros,
el marrón de mi atavismo planetario
y el inmaculado blanco de la paz
de las cosas realizadas...
pero jamás
jamás
el negro
-ausencia de vida-
o el gris
-resignación de la vejez-,
aunque comprenda todos los matices que entre ambos delimitan,
tendrán espacio
en mi vida.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 07/ 09/ 05

sábado, 5 de septiembre de 2009

TU VOZ


Tu voz
apenas susurrada en mi oído.
Tu voz
tan suave y con cadencias infinitas.
Tu voz
con ese marcado sonido de la jota.
Tu voz
acelerando el pulso de mi sangre.


Me miro en tus ojos
y tus palabras
subyugan el pulso de mi carne.
Anidas mis manos en las tuyas
y el murmullo de tu traviesa voz de niño grande
juguetea un mensaje de amor
acelerando
el loco ritmo cardíaco,
galopando
los sensibles canales de mi alma.

Tu voz
que envuelve en su música mis sienes.
Tu voz
que acompasa mis palabras.
Tu voz
estremeciendo mi cuerpo de jazmines.
Tu voz...
mágica voz que me atrapa
en ese punto indescifrable
donde soy tuya
y me amas.

Haydée Norma Podestá

Fisherton, 05/ 09/ 09

viernes, 4 de septiembre de 2009

DESTINO

Destino de hoja ávida del viento
que intenta la otoñecida libertad
para volar sin trabas.

Destino de águila soñadora de alturas
que planea el paisaje
avizorando cielos.

Destino de agua fluyendo rumorosa
para llevar su canto
descubriendo horizontes.

Destino de camalotes soñador de ríos
que abandona la orilla
por rumbos desconocidos.

Destino de nubes multiformes y esquivas
creando y recreando
estelares geometrías.

Destino ilusionario de sendas nuevas,
anidando sueños guardados
en la intimidad del alma...

Sólo tu amor puede retenerme gozosa
en el cerco deseado
de tu amante abrazo.

Haydée Norma Podestá
Fisherton, 04/ 09/ 09

jueves, 3 de septiembre de 2009

ATARDECER


Suspendida en el aire

mi alma de gaviota

penetra el frágil cristal

irisado

de este atardecer.

Empapan mis alas

miriadas de luces,

niebla imperceptible

de colores

que en atornasolado

torbellino

van muriendo

hacia el negro de la noche.

Siento el vértigo

que me arrastra

al centro mismo del no ser.

Giro y giro

en la espiral de mis recuerdos

hasta que

-Ave Fénix espacial-

renazco

y recupero la conciencia

de que estoy aquí

y ahora.

La vida fluye otra vez

por mis venas

y el presente

circula por el torrente

rubí

de mis entrañas.

Abro mis ojos:

ya no estoy más allá,

en el mundo sutil de mis ensueños.

Mariposa

sorprendida en vuelo

mi alma

reposa

en la palma de mi mano.

Aquí.

Ahora.

Atrapo el fugaz instante

de un presente

que ya se fue.

Como se fue la luz del día.

Como se irá la noche.

Como se acerca

un nuevo amanecer.


Haydée Norma Podestá

Rosario, 18/ 05/ 06

lunes, 31 de agosto de 2009

DISTANCIA



La distancia devorando esta locura
de atávicos mensajes de la sangre...

Inmersos en el vientre embrionario
-gestor de seres convocados
para unirse en la desvastadora
verdad de ser dos en uno-
indiferentes a los aullidos lupanarios
de quienes intentan desgarrarnos los talones
con la sinrazón estéril de razones,
nuestra barca de amor,
avanza, salpicada apenas por las olas.

La distancia salvando las distancias
por encima de los nubarrones...

Un horizonte verdiazul de cielo y savia
nutriente de cantos vegetales,
se entrelaza entre la cima de las cumbres
y la rasura chata de la pampa,
para abrevar el grito de tu boca
que es eco profundo en mi garganta,
despertando al sol de nuevas vidas
donde descubre el alma
la amorosa simbiosis con tu alma.

La distancia desleída en las huellas
de tus pasos en mis propios pasos...

Vorágine rugiente de energías,
confluencia del magma y del agua,
fundiendo las esencias primigenias
en insondable abrazo,
convocamos el misterio de un destino,
semillado en el latido ovular de la conciencia,
de ser uno en dos en la distancia
- milagro eterno de amor - vibrando
por encima de todo lo existente.

¡La distancia, amado, no es distancia
si la cubre un sueño de esperanza!

Haydée Norma Podestá
Rosario, 31 de agosto de 2009

miércoles, 22 de julio de 2009

HACIA ATRÁS...

Con fecha 16/05/09 tenía un borrador sólo con la imagen de mi casa natal, al que hoy le escribí un texto...pero la compu se ve que no me entendió...o yo aún no la entiendo a ella...y me lo publicó en esa fecha. Bueno, si alguien desea leerlo, va a tener que retroceder hasta la misma; parece parte de la película "Recuerdos del futuro", ¿no?.Un beso a los valientes. Haydée/ Heidi

NECESIDAD

profundo
muy profundo
desgarrando
acariciando
conociendo
la intimidad celular
de mi realidad humana
te convocan
mis ansias de amarte...
tu amorosa sombra
me cubre
con la pasión visceral
nacida
al húmedo contacto
de mi piel.
se buscan los labios
estalla
el volcán de deseos contenidos
largo tiempo
y en una vorágine de estrellas
irisando
roncos gritos cavernarios
dejamos de ser dos
para ser uno
y amarnos
en un tiempo
insondable
inescrutable
infinito.

Haydée Norma Podestá

domingo, 19 de julio de 2009

VENTANA DE AMOR

"Tu corazón tiene abierta una ventana de amor para mí; por ahí ingresa la vida..." Jeme Mazzetti Burga.


Mi corazón de pájaro
-soñador y alado-
tiene una ventana de amor
para vos...
No tiene batientes,
no puede cerrarse
ni bloquearse puede...
abierta a mi anhelo
de amor que no muere
es un hueco libre
sólo para vos...
Desangra la vida
sus lánguidos pasos
tejiendo
anudando
tramando la trama
-misterios del alma-
entre vos y yo.
Dulce hueco abierto
por mi fantasía...
Dirige tus alas
al cálido nido
que tras la ventana
latiente en mi pecho
te ingresa a la vida,
la vida me ingresa,
porque somos uno,
simplemente uno,
al amarnos tanto
vos, mi amor,
y yo.

viernes, 17 de julio de 2009

REENCARNACIÓN

¿Quién fue la amada ignota
que, rompiendo las orillas de algún reino
más allá de la vida
se perdió fugaz en otros tiempos?
No saber su nombre;
desconocer su rostro;
ignorar sus más remotos pensamientos.
Quizá presentir sus sueños
para pintar una descolorida imagen
de la mujer que fue.
Quizá sólo importa
que un poeta la adoraba tanto
para llegar al punto mismo
de descarnar su carne
y reencarnarla
en desgarrados versos
en todo tiempo
y en cualquier lugar.

Haydée Norma Podestá.

TRISTEZA

Tristeza azulina que invades mi alma,
¿por qué con tus garfios lasceras así?
¿por qué lentamente consumen tus llamas
mi sana alegría?¿por qué muero así?

¿Por qué por las noches te llevas mis sueños?
¿Por qué, por el día, me vistes de gris?
¿Por qué no te alejas buscando otro dueño?
¿Por qué me torturas con mano sutil?

¿Dónde está el puerto que, seguramente,
con amor de madre, me abrigará?
Todo se ha fundido en ígnea corriente:
la vida, las cosas...¡no vuelven jamás!

Haydée Norma Podestá
Esta poesía la escribí a los catorce años, poco después de la muerte de mi padre.

¿VENDRÁ EL AMOR?

Pregunté a los lirios de mi huerto:
-¿Vendrá el amor?-
Y los lirios de blanca vestidura:
-¡Amor vendrá!-
dijeron al morir.
Hoy, la mañana de luz:
-¡Amor vino!-
me gritó.
Y salí feliz a recibirle,
entonando mis labios
una canción.

Haydée Norma Podestá
Escribí esta poesía a mis 15 años.

miércoles, 1 de julio de 2009

LAS FLORES EN MI VIDA


Imagen bajada de Internet

LAS MARGARITAS

Me agradan las margaritas.
Mamá se llamaba Margarita de segundo nombre. Cuando éramos chicos nos cantaba una canción que había aprendido de mi abuela Rita y que, a mi vez, yo les cantaba a mis hijos cuando los acunaba
"Hay una flor en el campo
que es una flor muy bonita;
si no es ni marga ni rita
las dos juntas sí lo son,
es la margarita de mi corazón.
Deshojando margaritas
me quieres mucho, poquito y nada;
deshojando margaritas
robarás mi corazón."
Cuántas veces, al despuntar la adolescencia, cuando mi madre no nos veía, junto con mis amigas robábamos sus margaritas para, ingenuamente inquirirle a sus pétalos - pobres pétalos inocentes de todo vaticinio -si el objeto de nuestros primeros suspiros nos quería. Qué terribles desilusiones cuando la respuesta era un no. Crédula inocencia en las predicciones de amor de una flor que agonizaba destrozada a nuestros pies.
En nuestro jardín siempre hubo margaritas; no recuerdo tiempo sin sus flores de pétalos blancos y dorado centro que, al pasar un dedo sobre él, nos regalaba el oro de su polen. También siempre hay margaritas en mi jardín, aunque ya perdí la costumbre de preguntarles si me quieren mucho, poquito o nada.
Ahora, cuando florecen, como sé que a mi amor le agradan tanto como a mí, lleno jarrones con sus cabecitas blancas perdidas entre hojas de hiedra o de otros arbustos, combinadas con hojas rojas o veteadas de amarillo, para que sean mensajeras de mis sentimientos al ingresar a casa.
La vida enseña que el amor tiene muchos matices, pero que, fundamentalmente el amor de pareja, es una planta que debe regarse todos los días, pues de lo contrario se muere poco a poco. También se aprende que esta forma del amor se construye entre dos; no sirve que uno solo sea el que ame porque entonces se transforma en indiferencia o en sufrimiento...y deja de ser amor.
Me gusta el verde lustroso de sus hojas, formando matas; descubrir cuando van saliendo los tallos con los botones de las flores y verlos empinarse un poco más cada día hasta que comienzan a abrirse y madurar en la flor.
Me gustan los campos de mi provincia cuando se cubren de margaritas salvajes o las veo asomarse en las cunetas de los caminos salpicando de manchas albas el verde de las gramillas.
¡Margaritas de mis ilusiones! Ya no tienen que contarme sus secretos de amores...ya robaron mi corazón, mi apasionado corazón de eterna adolescente.
Haydée Norma Podestá

POR LAS ARENAS DEL TIEMPO

Mi mano de adolescente
hizo un nido en la tuya
mientras tu brazo amante
recortaba mi cintura.
Una luz fulgiendo ardiente
engrillaba las miradas;
cómplice del deseo, el cielo
confundía alma en alma.
Nuestros pasos desandaban
los arenales del tiempo...
Un rumor de fresca agua
cristalina, nos llamaba,
serpenteando su camino
el verde trigo ondulante;
profanando su tersura
me arrastraron tus huellas
hacia ese océano verde,
rumor de espigas soñando.
Nuestros pasos desandaban
los arenales del tiempo...
Corrimos los grávidos vientos
esperanzados de mieses;
descubriéndonos el suelo
entrelazando las bocas;
y fue una gloria esmeralda
rodar juntos por la hierba
para quedarnos muy quietos
abrazando los silencios.
Nuestros pasos desandaban
los arenales del tiempo...
Hicimos nuestra la savia
de la sangre y de la era
mordiéndome con tus labios
mis gemidos plañideros
y tu carne se hizo hombría
mientras besabas mi pelo
y yo estallaba de luces
y me tornaba un lucero.
Nuestros pasos desandaban
los arenales del tiempo...
Yo soy mujer por tu fuerza,
vos sos hombre por mi entrega...
Siguen relumbrando soles
verdes, los esmeraldas trigales.
Sigue mi mano en tu mano,
prisionera mi cintura.
Sigue mi boca en tu beso
y cautivas las miradas...
¡Y vamos desandando pasos
por las arenas del tiempo!

Haydée Norma Podestá

lunes, 29 de junio de 2009

MÁS ALLÁ...

Resbala la voz los túneles del tiempo,
y del invierno, las grises mariposas,
en sus alillas llevan
al fondo de las cosas,
el eco amoroso de mi profundo acento.

Mi aliento entibia la soledad del viento,
de mi sentimiento mensajero aliado,
que en la escarchada noche
golpea en tu ventana
palabras de amor nuevas para su amado dueño.

Cierra mis ojos un traicionero sueño
donde se acuna un llanto de sal y risa
que un pestañeo leve
desprende hasta mi boca
porque te siento cerca sabiéndote tan lejos.

Alma fugitiva en el espacio etéreo,
esencia fundida en tu misma esencia,
horadando la noche
juntamos nuestros cuerpos
creando vida cierta a tan real presencia.

Plasmando en la galaxia un mundo nuevo,
forjado en tus caricias, mis dulces besos
estremecido abrazo
encierra nuestros cuerpos
para dormirnos juntos en amoroso juego.

Más allá de la vida se gesta nuestra vida...
Más allá de los sueños renace nuestro sueño...

Haydée Norma Podestá

domingo, 21 de junio de 2009

MI VIEJO

(Mi hermano Pirucho me dio a leer esta poesía en el día del padre y como me gustó la comparto con mis lectores y amigos)

Dondequiera que voy, lo llevo conmigo.
Latiendo en mi sangre. En mi corazón, prendido.
Siguiendo sus pasos me largué al camino
y en sus sueños humildes, fui acunando los míos.
En su nombre honesto, cimenté mis ladrillos
y en su misma huerta, he sembrado mi trigo.
En sus manos rugosas de laburo y rocío,
protegí a las mías de tormentas y fríos.
En su mesa sin lujos, de sencillo vino,
he bebido consejos, he comido pan limpio.
Y aunque a veces pensamos con criterios distintos,
qué sería mi vida sin su voz y su abrigo,
una triste guitarra, sin un solo sonido,
una playa sin mar, un gorrión sin nido.
Simplemente por esto, con amor infinito,
dondequiera que voy, lo llevo conmigo.
Y a todos los vientos, con orgullo digo:
Ese hombre es mi Padre. Mi viejo. Mi amigo.
Y lo tengo aquí, en mi corazón, prendido.

Horacio Alberto Vero
del libro "Paisajes"

FELIZ DIA DEL PADRE

Los mejores deseos de un FELIZ DÍA, a todos los padres de mi familia, de mi entorno y del mundo.

...y deseo compartir una idea que me llegó en un email de un amigo de mi hijo menor..."Padre hay uno solo, y es aquel que ejerce una paternidad responsable, proveyendo lo material y lo espiritual todos los días, y en muchos casos aún siquiera sin haber sido padre biológico"...

Acuerdo con la función de paternidad responsable enmarcada en el amor...pero en mi caso particular, no puedo decir que haya tenido un solo padre...y en este día dedicado a honrar a los papás...y en cada uno de los días de mi vida, mi recuerdo vuela hacia los dos padres que ella me diera.
En primer lugar, César Augusto, mi padre biológico. Papá se casó ya mayor para su época, pues tenía treinta y dos años en ese momento y sólo compartió conmigo catorce años de mi vida, casi casi llegando a los quince. Ya he hablado de la poderosa e imborrable huella que dejó en mí. En la base de la manera de pensar y de encarar el mundo yo "soy" mi padre. De él heredé la mansedumbre diaria, la risa franca, la bondad como forma de mirar el mundo, los sueños y la rebeldía frente a las injusticias. Murió demasiado pronto, arrebatado a nuestras vidas por efectos de un tétano mal curado; cuando se dieron cuenta los médicos, ya la infección había tomado la médula espinal y nada pudieron hacer para salvarle la vida...Se fue caminando un sábado a la mañana para atenderse nuevamente...y lo regresaron a mi vida muerto veinticuatros horas después.El primer golpe de dolor grande que terminó con la etapa feliz de la infancia y marcó de algún modo mi adolescencia.
Pero el destino nos dio a mi hermano y a mí, otro padre, porque verdaderamente Victorio fue padre nuestro por amor...y en esa paternidad responsable no biológica sino puramente por amarnos, fue la continuidad de mi padre, un abuelo para mis hijos y un bisabuelo para mis nietos...ya que mi papá es sólo una foto y un bello recuerdo tanto para mis hijos y nietos como para los de mi hermano.
Victorio jamás compitió con el recuerdo de nuestro padre; todo lo contrario, y tanto la foto de papá como el retrato familiar al óleo de mi abuelo Podestá continuaron ocupando sus lugares de privilegio en nuestro hogar.Él llegó a nuestras vidas para integrarse a ellas sin conflictos.El día de la boda religiosa con mi madre, cuando la aceptó "para toda la vida"(sólo la sobrevivió dos años a su muerte y se fue apagando como un fueguito de tanto que la extrañaba, a pesar de nuestra permanente compañía), también nos aceptó a nosotros como sus propios únicos hijos y jamás faltó a ese compromiso.
Siempre lo llamé "mi papá" frente a las nuevas relaciones; los viejos vecinos del barrio que habían conocido a mi padre biológico no necesitaban explicaciones y en los contados casos en que cabía explicar que en verdad era mi padrastro, jamás usé esta palabra sino que simplemente decía "papá murió y Victorio -como lo llamábamos-lo continúa".
Y fue así...nuestra existencia continuó del mismo modo, dedicándonos al estudio y en idénticas condiciones de vida a como estábamos acostumbrados, integrando una familia que se enriqueció con mi abuela Juana, su mamá, con nuevos tíos y nuevos primos a los que ya teníamos.
Gran lector como mi padre, si aquél me enseñó a soñar mirando las estrellas y contándonos relatos fabulosos, Victorio me enseñó a amar el Paraná en los incontables fines de semana de mi adolescencia y mi primera juventud en que salíamos, familia y amigos, a navegar en su lancha y a acampar en las islas cuando éstas estaban aún casi deshabitadas y era toda una aventura recorrerlas a pie y el agua del río podía beberse de la costa sin temor a que estuviese contaminada.
Por eso hoy, en el Día del Padre, mi homenaje a mis dos papás, que ocupan igual lugar en mi corazón; a mis dos padres inolvidables: el que me engendró por amor y el que permaneció cuarenta y cinco años junto a nosotros, también por amor.

jueves, 18 de junio de 2009

ESTA MAÑANA

Plúmbeo, inocente, entristecido,
monótono, silente, desvaído,
un cielo gris, de lluvia gris preñado,
besa al mundo fetal en la mañana.

Amanecer de un sol casi ausente,
sin su pañal de rojos arreboles,
astro rey, en mendigo devenido,
¿por qué, avaro, escondes la mañana?

Persistente, un fantasmal hornero
ensayando su canto de cristales
limpios, burbujeantes, cual vibrante
carcajada, quiebra el aire, en la mañana.

Una insólita ráfaga de viento
gestada en el vientre del espacio
convierte en rumorosa voz de agua
los viejos eucaliptus, esta mañana.

Despierta el coro de pájaros los sueños
de los que estamos presos en la alcoba.
Una payada de trinos nos impulsa
a devanar la vida esta mañana.

Así, en soles humanos transformados,
develando los míticos misterios,
vivimos, irradiando luz o sombras;
entramando tenaces un mañana.

Haydée Norma Podestá

domingo, 14 de junio de 2009

UN PEQUEÑO RECUERDO

Marcucci, no recuerdo el nombre de pila porque lo llamábamos así, Sr. Marcucci, fue mi profesor de historia en tercer año. Historia argentina. Con él aprendí a descubrir los entretelones de entrecasa que hacían de los próceres personas de carne y hueso, con virtudes y defectos, con sueños y fracasos, muy lejos del mármol o del bronce. Pequeñeces de la vida doméstica que me enseñaron a entender, a amar la historia y a aprender que cada cual es responsable de escribir la suya propia... que somos el protagonista principal de las aventuras vivenciales a las cuales nos atrevamos. Después, vienen los hilos que nos enlazan a las historias de los que toman contacto con nosotros...y vamos completando el entramado de la tela de la existencia.
Pero en ese abanico de posibilidades que se dan en las puntas de los hilos del prójimo que llegan para anudarse a los propios, existe potencialmente la libertad de elegir cuáles aceptamos para escribir la historia personal y cuáles rechazamos o no les damos importancia. Porque intuitivamente vamos buscando -yo voy buscando- qué colores armonizan con los de nuestra propia tela. Hay colores negativos que buscan enfermar la felicidad ajena porque ni saben hacer felices a quienes los rodean ni siquiera pueden ser felices ellos mismos...son colores para descartar apenas llegan pues ponen una mancha oscura en los diseños más bellos rompiendo la armonía original que vamos creando. Tal vez les prestemos un momento nuestra atención pero su carga negativa nos llevará naturalmente a desecharlos y se alejarán intentando buscar otros entramados de vida donde insertarse.
A todas estas reflexiones me llevaron una de esas puntas inarmónicas con mis principios vivenciales que, en su fallido intento de anudarse a mi trama, sin ningún sentido, porque mi urdimbre comulga con los colores del arco iris y los negros sólo resaltan con su sombra la luminosidad de los blancos, recordáranme a Marcucci y unos versos de la sabiduría popular que nos recitó un día...
"Mala es la soledad del hombre
pero peor todavía
es la soledad de dos
en compañía."
Sabiduría popular que retorna a mi mente cada vez que compruebo que las horas de mi soledad son las que yo elijo para meditar sobre mis cosas, para mi retiro espiritual, y que mi soledad tiene la compañía de todos los afectos positivos que bordan pájaros de luz en el entramado de mi vida.

MANDATO

Recuperar poderes
en la caducidad consciente
de la generación
de culposas energías.
Sentir el dolor de lo hecho
- o lo nohecho -
y fenecerlo...
Atrapar esa posibilidad continua
de ver el camino
proyectándose
hacia un horizonte
de lejanías nuevas .
Atorados en remordimientos
nos impedimos
seguir del sendero
la ilusión del avance.
Purificarnos
de lo que resta atrás.
Extender la historia
hacia el lugar
donde naturalmente
miran nuestros ojos,
¡hacia adelante!
Dejar del ayer la impotencia,
soñar la posibilidad del mañana.
Porque...
¡Estás vivo!
Hoy, aquí y ahora.
Nadie puede existir por vos
y cada cual vive su propia muerte.
Pero...
mientras un aliento cósmico
te sostenga en pie,
¡vive!
Con la predestinada energía
que al nacer inauguraste,
¡vive!
Hoy, aquí, ahora...
vive, vive.
¡Vive!

Haydée Noma Podestá
(Rosario, 11/06/09)

miércoles, 10 de junio de 2009

ACRÓSTICO

Julio César Forcat, según lo que hallo en internet, es escritor, docente en Belén, Catamarca; también figura como crítico de arte, rosarino, recibido de Licenciado en Literaturas Modernas de la Universidad Nacional de Córdoba; esta es información actual .
Año 1961...Facultad de Filosofía y Letras...entonces formábamos parte de un numeroso grupo de jóvenes que habían ingresado en filosofía, letras, sicología, historia, bellas artes; todos en el mismo edificio de calle Entre Ríos entre Córdoba y Santa Fe donde hoy resta Humanidades. Jóvenes con sueños e ideales aunque no siempre compartiéramos las mismas ideologías. Entre ellos, estábamos Julio César y yo, compañeros en algunas de las materias comunes a todas las carreras; durante un tiempo amigos, regresábamos en la misma línea de colectivos (¿te acordás de la "B"?) prolongando la charla iniciada en la facu (¿recordarás en tu corazón alguna vez a Monina?) y cambiando ideas sobre si era mejor la música clásica (que vos me tarareabas) o el tango (que, por supuesto, yo ni me animaba a cantar).
Entonces, casi finalizando mi adolescencia, prolongaba la timidez romántica de mi infancia ...y escribía versos...y llevaba un diario...y tenía un cuaderno de recuerdos donde me habían escrito mis compañeras de secundaria...y donde me escribieron sus ideas algunos de mis compañeros de la facu...Cuando te lo dí, Julio César, vos me hiciste este acróstico, que aún conservo de tu puño y letra, desde tu corazón de poeta, para la amiga y que, ciertamente, ni recordarás.Yo sí porque lo recito con el alma desde entonces cuando la nostalgia me trae recuerdos y rescato del olvido a tantos compañeros que ya no están...porque les truncaron los sueños nuevos. Otros aún vivimos para la memoria...
No sé qué pensarás...pero como es mío porque vos me lo obsequiaste, hoy quiero compartirlo...porque la romántica luchadora de sueños aún vive en mí y porque su belleza cautivó para siempre esos años fundamentales en la formación de mi pensamiento.

Heidi, cuando el brumoso ruiseñor
Abísmase en la espina más secreta
Y a los rosales tiñe en la glorieta
Delante del altar ciego de albor,
Entonces pienso en tí y en el dolor.
Es la tinta la sangre del poeta,

Noctámbulo perdido en el planeta,

Profeta en pos del cósmico fragor.
Oscuramente crecen las aureolas
Del cielo en la colina del ocaso.
Escucha el crepitar de las corolas,
Sólo un instante es vida sin fracaso,
Trofeo transformado en amapolas
Acaso presentido en el ocaso.

lunes, 8 de junio de 2009

VIVIR EN VOS

Hoy mi alma preguntaba...
¿cómo se hace,
amor
para vivir sin vos?
¿Cómo se deshace
este impalpable nudo de extrañeza
que me retuerce
interiormente?
¿Qué hados convocar
para que en mi corazón
anestesiarme puedan
dolor de ausencias
de tu rostro
y de tu risa?
Hoy,
volcada hacia mí misma,
la mirada puesta en este corazón
contenido en el hueco
engarrecido de mis manos,
como espinoso nido coronario
de la frente inocente de algún Cristo,
me inquiría...
¿cómo se hace,
amor,
para existir en tu ausencia?
Entonces recordé
que el amor
vive
por encima de las materialidades;
que tu presencia
es presencia amalgamada
en la profunda esencia
de mi carne...

El milagro de tus brazos fuertes
poseyendo mi cintura
aceleró mi sangre;
y recostando mi cabeza
sobre tu hombro,
sentí en mis cabellos
la sombra de tus besos
comprobando que,
por encima de todo y de todos,
estás en mí,
en vos estoy
-estamos juntos, por la voluntaria
elección de este amor que nunca muere-
sin tiempos,
sin distancias...
Incorporeidad existencial
de nuestras almas.

Haydée Norma Podestá
(Rosario, 08/07/09)

sábado, 6 de junio de 2009

FLORES EN MI VIDA

LAS VIOLETAS

Siempre me gustaron las violetas. Ejercía una fascinación especial para mi altura de niña de cinco años el violetero blanco con estampas de esas tímidas florecitas azul-violáceo que mi madre llenaba con otras idénticas pero reales. Me gustaba levantarles su corola con mi pequeño dedo índice para poder admirarlas mejor...y aún hoy, recorridos los años desde mi niñez, me sigue maravillando el descubrirlas debajo de su mata de hojas verdes. Entonces, mi corazón de antaño, vuelve a asombrarse con la belleza frágil de sus diminutos pétalos.

Tengo en el alfeizar de una ventana, un cántaro de barro con violetas. Me gusta ver el contraste de la alfarería marrón con el verde de las hojas; que no son las hojas acorazonadas en redondo de las violetas de cultivo sino casi casi una punta de lanza, pues mis violetas proceden de la falda de las montañas de Merlo, en San Luis, donde a veces me refugio en la casa de mi amigo Carlitos. Las descubrí un día en que recorríamos los senderos montañosos aledaños a su hogar, cercanas al arroyuelo que forma el límite sur de su terreno, entre los molles centenarios, mudos testigos de tantas generaciones como han pasado desde el día en que asomaron su primer brote a la mirada del cielo. Yo buscaba piedras que "me llamaran hacia sí" -amo las piedras -como hago en cada oportunidad que visito una región donde se las halla al alcance de la mano. La tintineante voz del agua se perdía entre la umbría húmeda del bosque; los cantos rodados estallaban en rojos, marrones, amarillos, blancos, azulinos, grises; pero, como atraída por un imán poderoso, mi vista se desvió del fondo pétreo del arroyito para descubrir las pequeñas y dispersas plantitas de violetas florecidas para mi emoción. Sentí que un par de ellas me rogaban que las llevara conmigo; entonces las tomé con extrema delicadeza y las cobijé en un recipiente hasta poder trasplantarlas en el cuenco alfarero desde el cual me saludan cada amanecer.

Ellas tienen la perenne misión de recordarme no sólo la fragancia de las de mis primeros años sino también hacer volar mi pensamiento hacia las montañas que tanto amo, a pesar de ser una habitante de la inmensidad cuadriculada de la pampa.
Haydée Norma Podestá









Imagen subida desde internet.







viernes, 5 de junio de 2009

LIMÓN, LIMONERO

¡Ay mi limón limonero!
¿Qué esperanza loca
esconden verde
tus verdes hojas?

¡Ay mi limón limoncito!
¿Blancos azahares brotas
para traerme
a quien yo quiero?

Me dijo un día:
"Tú me recuerdas
aquella niña,
niña- niñita,
que me obsequiaba
un ramillete
de blancas flores,
trémulas, puras,
con sus manitas."

¡Niña-niñita!
Pasan los años...
La niña queda
escondida,
silente,
eterna,
en el refugio
de algún espejo
de mi pasado.

Sangra la herida
de tantos años.
Duele,
con dolor duele,
haber crecido,
sonrisa y llanto,
dejando un hueco,
sonoro hueco,
en mi corazón.

¡Ay mi limón, limón amargo!
Tu amarillo,
¿son los fracasos?

¡Ay mi limón, fruto dorado!
Rayos de sol
tiende tu parto...
¿Es un camino
que va o que vuelve?

¡Todo depende
de cómo mire
- mujer o niña-
al horizonte
que nunca alcanzo!

¡Ay mi limón, mi limonero!
Dale a mi vida
tu verde canto...
¡tus brotes nuevos!

Haydée Norma Podestá
(Rosario, 28/ 08/ 07)

domingo, 31 de mayo de 2009

DESDE LA BAÑERA

Todo comenzó cuando ese rayo de sol, colándose intruso por la ventanuca de la pared del cuarto de baño, incidió en la bañera...o quizás antes, cuando había decidido que era tiempo de mimarse un poco y relajarse en un baño de inmersión.
Habitualmente se daba una rápida ducha, enjabonándose minuciosa con esa pastilla de aroma a jazmines que tanto le gustaba a Jaime. Ésa, que hacía que él, en los días que se encontraba en el departamento, viniese oliendo el aire como un león en celo, y, gruñéndole detrás de la mampara, la sorprendiera dibujándole arabescos con los dedos sobre su piel morena. Qué voluptuosidad le daba la sensación de sus manos fuertes deslizándose por su cuerpo y jugando a inventar figuras con trazos de la espuma jabonosa. No podía evitar lanzar al aire humedecido de la pequeña habitación su risa alegre. No podía evitar la tentación de darle besos mojados por todo su amado rostro y de abrazarlo fuerte, muy fuerte hasta obligarlo a compartir la ducha. Entonces comenzaba la repetida ceremonia de desvestirlo bajo el chorro de agua tibia hasta poder contemplarlo en toda su masculinidad mientras él iba colocando el champú en su largo cabello rubio y se lo lavaba con idéntica concentración mística con que un monje ora en un santuario. ¡Cielos!, dijo al aire, ¡cómo amo a ese hombre!
Pero hoy Jaime estaba lejos y ella disponía de más tiempo.
Había colocado el tapón para evitar que se escurriera el agua en tanto abría las dos canillas para acortar el tiempo de la impaciencia. Hurgó en un estante buscando las sales de baño aromatizadas con lavanda que se diluyeron inmediatamente al arrojarlas y agregó un chorrito de aceite de almendras. Un relampagueo color de noche oscura la hizo parpadear.
Se descalzó; el piso recibía una a una las prendas que se iba quitando hasta sentir su desnudez. Se miró en el alto espejo biselado e inclinando la cabeza sobre un hombro apreció la curvatura de su cuello modelado para el beso, acariciándose la incipiente pancita que tanto amaba su hombre. Después se hundió en el agua tibia y aromada, dejando que ésta la poseyera, hasta que sólo asomaba su cabeza.
Un suspiro de satisfacción acompañó el cerrar de sus ojos y se dispuso a relajarse sin pensar en los momentos que irían transcurriendo en esa somnolienta siesta de mayo.
Fue en ese momento que el rayo de sol había irisado las pompas de jabón que se formaban en la superficie del líquido. Algo cambió imperceptiblemente en el ambiente como si una misteriosa mano hubiese evaporado las paredes y un paisaje umbrío y palpitante se apoderase de cada rincón para ensombrecerlo; sólo el rayo de sol continuaba jugando a la mancha de colores con las esferas de jabón que comenzaron a aumentar de tamaño y a danzar en el espacio infinito que la mantenía prisionera. Abrió con asombro cada vez mayor sus ojos porque cada pompa de jabón se convertía en un pequeño escenario donde se desarrollaban diferentes escenas de su vida: calidoscopio de fotografías animadas que, en sus coloridas viñetas, le permitieron apreciar simultáneamente su historia personal. Todo su pasado estaba contenido allí. Fascinada no podía apartar los ojos de la improvisada danza. No supo cuántas horas había transcurrido en la hipnóptica contemplación de los recuerdos. Después notó que las imágenes felices, los momentos más gratos eran los primeros que se desvanecían. Entonces pudo recordar las penas más profundas, aquellas que creía sepultadas para siempre y que hubieron de marcar cicatrices olvidadas en el tiempo.
Algo amorfo, como una telaraña de manos que surgían de las pompas de jabón pretendían alcanzarla no ya para dibujar los graciosos arabescos de su Jaime sino para desgarrar su piel con extraños y dolorosos tatuajes. Intentó gritarles que se alejaran pero su garganta no emitía sonido alguno. La maraña de dedos serpenteantes se acercaba cada vez más...la acorralaba contra el fondo de la bañera. En la desesperación para evitar ahogarse fue retrocediendo contra las canillas, arañándolo con sus uñas. En un instante sus dedos tropezaron con el tapón que impedía al agua su fuga y tiró de él con vehemencia. Rápidamente el cuenco comenzó a vaciarse y las pompas de jabón estallaron en el aire... pero igual ella sentía cómo su cuerpo se estiraba, se elastizaba, se desdibujaba, se diluía para finalmente escurrirse por las cañerías junto al borroso líquido aromado a lavanda y almendras.

Jaime nunca supo cuándo ni por qué lo había dejado en completa soledad su niña del alma...Tampoco se explicaba la misteriosa razón por la cual el aroma a jazmines que ella tanto amaba persistiese en el cuarto de baño cada vez con mayor intensidad a pesar del paso inexorable del tiempo.

Haydée Norma Podestá - (Rosario, 28/ 05 / 09)

jueves, 28 de mayo de 2009

SILENCIO...SILENCIOS

El silencio.
Extraña abstracción del alma
humana
nominando
una situación inexistente.
Silencian sus voces
en alternativas de intervalos
momentáneos
los productores mundanos
de ruidos
de sonidos
de golpes
de vibraciones
inquietas
mutantes
agudas
informes
o casi casi
silenciosas.

Los silencios.
Vívidas realidades
de la condición humana
señalando
la ausencia de palabras.
Callan las palabras
enmudecen
se ensordinan
se destiñen
se pierden
desaparecen
desvaídas
en inexistencias
vacías
dolorosas
fugaces
temerosas
inmensurables
o poco a poco
perpetuas.

¡Ay! Cómo amo
el silencio vivo
de los atardeceres
cuando el aire
-pendiente de la noche
que jinetea el día-
se suspende ingrávido.

¡Ay! Cómo me duele
el mortal silencio
de las respuestas
cuando el alma
-pendiente de la palabra
que el amor riega-
se queda muerta.

No bastaría entonces
toda la masa líquida,
aún de mundos perdidos
ignotos
lejanos
para abrevar la sed
-la terrible, ardiente,
sedienta sed-
de saberme amada
rubricando
el universo del no silencio
de las palabras.

Haydée Norma Podestá
(Rosario, 16/10/07)

martes, 26 de mayo de 2009

DESEOS PARA TU DESPERTAR

Los dedos del día me despiertan
y mi pensamiento
-paloma en vuelo hacia ti-
recuerda cada gesto tuyo
mínimo
insondable
impredecible
tierno
ardiente
íntimo
para recrear
tu presencia amada
viva
celular
sanguínea
etérea
envolvente
espiritual
presente eterno
encarnado en mí.
Mis labios
aún trémulos
por la memoria de los tuyos
se entreabren
se humedecen
sonríen
murmuran
quedamente en tu ausente oído
mi deseo
siempre repetido:
que seás feliz
que te cuidés
que la pena no te roce
ni la tristeza te invada
que te colmés de alegría
y te posea la risa
cada hora
cada minuto
cada instante
y que en cada mínimo presente
la bendición de Dios
te alcance.

Haydée Norma Podestá
(Rosario, 09/06/08)

lunes, 25 de mayo de 2009

SONETO V

Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aún de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto,
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.

GARCILASO DE LA VEGA

Un bellísimo soneto del poeta del Siglo de Oro considerado uno de los escritores en español más grandes de la historia. Nos hermanamos a través del tiempo porque refleja mis sentimientos. Milagros de la poesía, acercar corazones tan separados en el tiempo.

COPLAS DEL CAMINANTE



Las coplas del caminante
son alegres y son tristes.
La tristeza me acompaña,
la alegría me despide.

Llegar y partir llegando
ése es mi triste destino.
Reir, mas reir llorando,
por los amores perdidos.

¡Ay coplita plañidera
por no estar atada a un dueño!
Si cuando llego, ya parto;
si casi partiendo llego.

Tener siempre el corazón
dividido en dos amores:
del que me alejo llorando
al que me aguarda risueño.

¿Dónde quedarán mis huesos
cuando el camino se acabe?
¿Habrá ojos que me lloren?
¿Habrá boca que me llame?

¿Quién lamentará mi ausencia
cuando en la tierra descanse?
¡Tanto amor por el sendero
y al final, solo, sin nadie!

Coplitas del que camina
las huellas de los paisajes...
Otros dejaron las suyas,
yo voy sembrando mensajes...

No olviden al que en la vida
siempre llega y siempre parte.
Algunos son roca inmóvil;
río en marcha, el caminante.

Con mi cantar me despido
que me despido cantando...
El que canta mientras sueña
¡ jamás morirá llorando !
Haydée Norma Podestá















domingo, 24 de mayo de 2009

"PATA DE PERRO"


Carreteaba la autopista a Santa Fe agradeciendo por poder dormitar un rato en el asiento.

Un día cálido de esplendoroso sol demoraba el verano que no se decide aún a dejar paso al otoño; sólo algunos fresnos se han animado a los amarillos y marrones , el resto de los árboles permanece inmutable como no queriendo darse cuenta de que casi casi estamos entrando al invierno.

Una hora antes, dándome escaso margen de tiempo para abrir la puerta pues regresaba del gimnasio, había recibido una llamada de mi yerno; me daba quince minutos para cambiarme y alistar una cartera, pues partía hacia la capital de la provincia a una regata y me pasaba a buscar con mi hija.

Con el sol besándome los párpados y el arrullo del motor en los oídos, los recuerdos de otros viajes me abrazaron para adormecerme.

Mis primeros viajes fueron a través de la lectura de los libros . Desde los seis años comencé a viajar al centro de la ciudad para asistir a la escuela Normal Nº 1 y apenas aprendí a leer acompañaba el largo trayecto diario con la lectura de algún libro, libro que continuaba conmigo al regresar a casa, compañero inseparable de mis desvelos hasta muy entrada la madrugada para poder terminarlo, cuando, dado el beso de buenas noches a mi familia, me aislaba en mi dormitorio cerrando perfectamente los postigos de las antiguas puertas vidriadas para que no se filtrase algún rayo de luz delatador. Libros que me llevaban por los sitios más increíbles de este mundo fabuloso de mi niñez de la mano de Sandokán, el Príncipe Valiente, el Corsario Negro, el rey Arturo y tantos personajes y autores como cayesen entre mis manos. Entonces soñaba con vivir viajando continuamente cuando fuese grande...y el hacerlo tenía las mismas posibilidades que cualquiera de las salidas que realizábamos cuando mamá nos llevaba "de visitas" a casa de familiares y amigos. Después, la vida se encargó de mostrarme que, para mí, no iba a ser sencillo viajar tanto como lo había hecho con mi imaginación. Sin embargo, no puedo decir que no he ido recorriendo senderos en este camino de mi vida.

Mi destino me impuso por un lado los viajes de traslado: de Fisherton al centro de Rosario; de Monte Buey (Córdoba) o de Correa (Santa Fe), lugares de residencia en etapas de mi existir, a mi casa natal; los fines de semana, por las localidades aledañas, Funes, Roldán, Carcarañá, Cañada de Gómez; Cruz Alta, Arteaga, San José de la Esquina y tantas otras que se agolpan en la mente, como las que recorrí en mi época de dirigente gremial que me llevaron a andar por todo el centro y el sur de mi provincia. Están los lugares de mi país a los que vuelvo habitualmente, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Merlo. Aquellos que recorrí en vacaciones en Argentina, en Chile, en Brasil, en Uruguay.

Nunca sé cuando amanezco adónde me pueden llevar las horas del día por más que tenga una rutina de obligaciones que cumplir. Porque basta que me diga alguno de mis hijos o de mis amigas, "¿ venís?...viajo a..." que antes de saber dónde ya estoy diciendo "¡vamos!!" y en quince minutos estoy preparada para salir adonde sea, tal es la práctica que me ha dado la experiencia de los viajes que no necesito ni mucha ropa ni mucho tiempo para alistar todo lo mínimo necesario.

Pero los viajes que más me gustan son los que programa mi hija, que salió con una capacidad de orden, organización y precisión con la que yo no cuento. Claro, yo le digo a los chicos(mis hijos)que soy "bohemia" a lo que ellos me responden de muy buen humor "mamá, vos sos despelotada" . Pero, en mi desorden organizado, jamás pierdo las cosas...y todo aparece en el momento justo. Reconozco que es uno de mis propósitos permanentes y que, con los años, tengo todo mucho más ordenadito, pero me sucede como con el tiempo, mis concepciones personales sobre ambos no comulgan con las de la mayoría de la gente.

Decía que son los viajes que más me gustan porque además de cuidar todos los detalles y procurarse información sobre itinerarios, lugares turísticos y alojamiento y tener todo resuelto a la hora de partir, siempre me los comunica a último momento y me ha dado la sorpresa de llevarme a conocer algunos de los sitios de este mundo que yo soñaba en mi niñez. Una semana, antes de partir (por suerte , mi pasaporte siempre está actualizado) a recorrer algunos puntos de Europa y a terminar en Nueva York; un día para prepararme a ir con ella con sólo una mochila en ómnibus de larga distancia, parando en hostels, a recorrer el sur hasta Usuhaia; media hora para salir en auto a conocer las costa brasileras, son ejemplo de los límites de tiempo que le concede para preparativos a mi pasión de moverme por el planeta...y eso que no vamos a poder viajar todo lo que hubiésemos deseado hacerlo juntas. Pero cómo doy gracias por tantos momentos compartidos, las dos solas, de cara a la naturaleza, charlando de tantas y tantas cosas.

Como una racha que llega del pasado, las palabras proféticas de mi madre, las que usaba para referirse a quien estaba siempre yendo de un lugar a otro, "pata de perro", chispean en mi memoria...porque reconozco que soy "pata de perro" y que si llegara a haber un cataclismo, poco probable es que sea el techo de mi casa el que se desplome sobre mí. Seguro que me va a encontrar en otro lado...Porque es como digo frente a cada salida con mi mejor sonrisa...demasiados años voy a pasar después acunadita en los brazos de la Pacha Mama, cuando los que me quieren me lleven a esa parcela del Parque de la Eternidad que está a mi nombre.
Haydée Norma Podestá

sábado, 23 de mayo de 2009

NOSTALGIA II

Pampa verde...
Reverbera el sol sobre el camino
gris de asfalto.
Mi mente vuela hasta encontrarte...
Mi mente sueña hasta acercarte...
Gris
tu mirada se eleva
del polvo... en un árbol que se acerca
se acerca tu presencia
y pasa.
Cada instante
me aleja de tu lado.
El camino sigue largo...
largo...
largo...
¿Dónde ir?
Llorar
hasta encontrar la paz dorada
de la infancia.

Haydée Norma Podestá
(Villa Cañás, 18/08/61)

NOSTALGIA I

Es una noche blanca.
Una de esas noches para que sueñe el alma.
El espíritu
se aroma de jazmines
y mi mansa mejilla
se posa
lánguidamente
sobre la palma.

Una estrella titila.
¿De quién será ese alma
que me llama?

Un velo
enturbia mi mirada.

Hay fantasmas
en recuerdos olvidados.

Llora el alma...

Un beso de brisa
refresca
la pesadilla de mi frente cárdena.

Hay un un rumor que calla.

Un suspiro...

Una lágrima...

Haydée Norma Podestá
(Rosario, 19/06/61)

PAZ

Me encuentra la tarde
perdida en el vacío.
La soledad me abruma;
aquí, en torno mío,
vagan sombras lejanas
y momentos perdidos...

A lo lejos canta un gallo
al sol que, mortecino,
envuelve en luz dorada
la viña y sus racimos.
En la torre, la campana
canta con nuevos bríos.

Y a mi lado, las sombras
se elevan...¡ y río!...
¡Oh dulce paz al fin hallada,
qué tibio, qué dulce es tu nido!

Haydée Norma Podestá
(Lo rescato del libro"Esperanza", escrito a mis diecisiete años)

viernes, 22 de mayo de 2009

AMOR

Te amo.
Desde la profundidad visceral
de mis entrañas.
Te amo
con la punta de mis dedos
suavemente,
con la búsqueda salvaje
de mi boca.
Te amo
con mi cuerpo
y con mi alma.
Me emociono al saber
que eres mío
y yo soy tuya,
que el paso de los años
no nos daña,
que no acalla estas ansias de caricias
ni atempera el fuego de mi amor y tus deseos;
que, quizá, haya un largo futuro por delante
donde reine la palabra esperanza;
que, tal vez,
esa espera esperanzada de mis sueños
sea la realidad
de algún mañana.

Haydée Norma Podestá

jueves, 21 de mayo de 2009

IMÁGENES DE MI VIDA


Monumento Nacional a la Bandera. Detrás puede verse la cúpula de la Iglesia Catedral.
El Monumento se inauguró en el año 1957...y lo he vistado muchas veces, de paso, recorriéndolo en todas sus partes, llevando a mis hijos, a alumnos, asistiendo a recitales, a concentraciones políticas...Emplazado en las barrancas del Paraná, es parte vital de la historia de Rosario.



Los bellos jacarandáes, estos en la Avenida del Rosario, cercanos al Monumento a la Bandera, que ponen una nota lila en muchas calles de mi ciudad.


La Estación Rosario Central, antiguo punto de partida de los ferrocarriles interurbanos, hoy reemplazados por ómnibus de media y larga distancia.
Allí tomábamos el tren para regresar a Fisherton, cuando a medianoche volvíamos del cine con mis padres y mi hermano. Dieciocho cuadras a pie desde Avda Pellegrini, por calle Corrientes hasta llegar a ella. Porque papá pasaba las películas en el cine Esmeralda y una vez por semana regresábamos con él desde su trabajo.
Haydée Norma Podestá

SUEÑO DE RÍO

La lluvia caía mansamente sobre el follaje multiverde de los árboles.
Hasta esa mañana una pátina de polvo era el vívido testigo de los largos meses de sequía. Ahora, los besos húmedos de la lluvia habían deslizado su caricia refrescante sobre la sed ardiente de las hojas. Como incontables dedos de innumerables manos que alzaran sus preces a lo alto, se habían agitado día tras día implorando el agua.
"Por fin va a llover"; la voz de ese desconocido que cruzó la playa cuando yo principiaba a tomar contacto con la arena de la costa, me devolvió al entorno que me contenía y le regalé una sonrisa.
Las huellas de pies descalzos denunciaban mi presencia. "Siempre descalza como paraguaya", repitió desde su presencia sin voz la voz de mi madre. Encogí los hombros decidida a no prestarle atención con la misma terquedad taurina de mi infancia.
Mientras sonreía a los recuerdos, amainó la lluvia. Desde la empinada barranca, el agua se deslizaba disfrazando viboritas que reptaban en forma zigzagueante, dejando una estela marrón que se extendía buscando la costa; color que denunciaba los minúsculos desmoronamientos de tierra con sueños de río.
Abrí los brazos en cruz y comencé a girar locamente hasta, agotada, quedar de espaldas al ocaso para admirar la gloria del atardecer reflejada hasta el infinito en las copas de los ceibos, espinillos, sauces, aguaribayes y eucaliptus.
En lontananza, estalló de un hornero la carcajada contra el silencio de la tarde.
Y mientras metía mis pies en el agua, de la que ya había presentido sus envolventes deseos de acariciarme, hube de pensar en Alfonsina y en el mar que la esperaba del mismo modo que a mí me aguardaba el río...
Por eso ahora, él y yo somos idéntico sueño de camalotes que se pierden en la distancia.

Haydée Norma Podestá

RECUERDOS DEL PARAGUAS

Una flor de campánula
en los cuentos.
Una nube negra
en el cielo de las brujas.
Cerrado en un estoque
el detective.
Volador en los sueños
infantiles
que anima Mary Popins.
Sombrilla multicolor
de algún payaso.

Los recuerdos del paraguas
se remontan
a la primer gota de lluvia
que nos moja.

Haydée Norma Podestá

miércoles, 20 de mayo de 2009

LA PALABRA

Hoy quiero compartir con ustedes este poema de Lide Carnevale (autora)

La palabra me sigue, me persigue.
Me llama por su nombre, me convoca,
me enamora a través de sus tonos y su boca.
Atrae mi atención y lo consigue.

La palabra me sigue, me sugiere,
me alcanza, me rodea, me ha pedido
conteste a su llamado, me requiere:
ya escucho sus susurros en mi oído.

La palabra me sigue, me persigue,
es un anillo redondo en mi mano
que extrae de mi ser lo más humano.

La palabra me sigue, me persigue,
se instala exultante en mi mente
y hace que la diga así:¡muy simplemente!

ADVERTENCIA


Hoy
mi ángel guardián me advirtió:
-Ten cuidado,
la serpiente se acurruca
a la vera de tu camino.
Lo miré
desde mi inocencia crédula
y pregunté:
-¿Por qué?
Si yo no daño a nadie...
Y respondió:
-Porque desde el principio
el ángel caído
no soporta
la luz
de la ilusión...
y tratará
de
morderte los talones.
Haydée Norma Podestá

martes, 19 de mayo de 2009

CAMINO A ROCHA (URUGUAY)

El cielo es una inmensidad
gris.
Yo te extraño.

Restallan los paisajísticos colores
buscando infinitos.
Tobogán de arco iris
por el que mi vista resbala
con el holgar feliz
de un niño.
Yo te extraño...

Un bosque viene hacia mí
-carreteo hacia mi destino -
cabellera de eucaliptus
que me saludan
silentes.
Yo te extraño...

Vuela un pájaro indefinido,
fugaz, cruza una gaviota.
Mar y tierra
se entrelazan amantes.
Yo te extraño...

La vida está allí,
afuera,
en este planeta azul.
Yo te extraño...

La vida está aquí,
en vos...en mí...
Yo te extraño...

Porque la vida no es vida
si está allí...en vos,
aquí...
en mí
y yo te extraño
porque no es un
nosotros.

Haydée Norma Podestá

¡¡¡GRACIAS ANNA!!!


"En reconocimiento a tu blog personal, desde BE, BÚSQUEDA ENREDADA, te hago entrega del premio a las bellas letras.Es un premio que cualquier blogger puede entregar a otro(a) blogger.Yo como bloguera te hago entrega de él."
Anna, en Palabras al viento.(Paraules al vent)
Muchas gracias Anna; no sólo por esta distinción que agradezco muy emocionada sino por los conceptos vertidos cuando me lo comunicaste.
La vida no sólo es maravillosa sino que en los senderos de nuestro destino se nos van sembrando las rosas a las espinas que nos toca vivir, muchas veces sin razón de ser, injustamente.
Somos el resultado de muchas personas que influyeron en nosotros a lo largo de nuestras vidas. Debo agradecer la herencia cultural de mis padres...El hecho de que la mayoría de mis maestros fueron personas que se preocuparon por enseñarnos a pensar libremente y a desarrollar las vocaciones que nacieron con nosotros.
Muchos nombres vienen a mi mente...nombre de personas que no puedo olvidar porque dejaron su marca a fuego en mi alma...Nombres de tantos escritores leídos en las noches en vela, cuando no podía dejar de leer aunque ya se viniese la madrugada.Tengo la suerte de vivir en el mismo barrio de mi infancia y en la misma casa donde nací. Camino las calles tantas veces transitadas y siento en el saludo de mis vecinos o de los alumnos que se cruzan ocasionalmente y con sus voces ya adultas me gritan "¡Chau, seño Haydée!", que me he ganado un lugar con los años.
Pero hoy, mi agradecimiento hacia ti , mi amiga de las letras Anna, va también hacia los que me rodean y hacen posible mi poesía, porque están vivos en ella...para mis hijos Luis, Adriana y Germán; para mis hijos del corazón Claudia, Jose y Silvana; para mis nietos Camila, Agustín y Ana Clara; para Gini y Sofía, que son parte de nuestras vidas; para mis amigas y amigos -todos-a los que guardo en el relicario de mi corazón, para mi hermano Pirucho y su familia, para Silvia Florentino y para Jaime M.B., el hombre que me ama y que es el gran amor de mi vida, cotidiana inspiración de mi existencia.
Soy feliz...amo la vida.
Haydée Norma Podestá