domingo, 13 de diciembre de 2009

SILENCIOS


Presiento, amor, los latidos de tu sangre.
Intuyo tu respiración acompasada.
Cavilo en tu intimidad de pensamientos.
Palpito tu sentimiento más profundo.
Y en esa identificación
con la verdad mejor guardada
por tu alma
se me revelan todas las verdades
presentidas...
y el corazón justifica
los silencios.

Dicen que siempre brilla el sol
tras las tormentas...
y nuestro sol sigue amaneciendo
cada día
en este cíclico conocer
que nos amamos
desde el soplo mismo
que nos dio la vida.

Más allá de eso
-lo mundano-
nada importa.
Más allá de eso
-lo del alma-
importa todo.

Te amo
-vos lo sabés-
y a mí me basta.
Haydée Norma Podestá
Rosario, 13/12/09







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