miércoles, 28 de abril de 2010

ORILLANDO TUS RECUERDOS


me sorprende la madrugada
orillando tus recuerdos…

noctámbula pasajera ,
sombra mustia,
que se prende
a las nostalgias del vuelo.

un pájaro, que se desgaja
del ígneo hueco escondido
en los repliegues del pecho,
alza vuelo entre las chispas
de otros fuegos que corroen
la memoria del olvido.
lleva mi grito impotente
navegando los celajes
que hacia tu norte
se pierden.

hay una pampa sangrante,
impotente cordillera
y un abismo de palabras
que ya nunca serán nuestras.

hay un callar de razones
en la muda terquedad de nuestras bocas
y un carcelero que guarda
la libertad de tus pasos
dibujando tus acciones.

en una jaula se guardan
los arrullos de tus pájaros…

los míos vuelan sin trabas
trinando al éter, canciones…


Haydée Norma Podestá

martes, 27 de abril de 2010

SIN REPROCHES


Horacio Montes- Bradley

No es un reproche lo que voy a hacerte,
ni tampoco he de decirte nada.
También en el amor cuando se es fuerte,
se pierde con la frente levantada.

El gran error fue mío por quererte
y brindarte mi alma ilusionada.
Sin saber que ya en ese momento
estaba mi vida condenada.

Porque es necesario saber cuando se ama,
que hace falta un poco de egoísmo
y yo por quererte demasiado
he caído en la trampa desdichado
de olvidarme por completo de mí mismo.


Horacio era el primo hermano de Ernesto y Elina Montes- Bradley, compañeros de mis juegos de infancia. Los veranos venían sus primos a Fisherton, como llegaban tantos otros amigos de andanzas, para pasar días de las vacaciones. Después, la vida nos llevó por caminos que no coincidían hasta que Ernesto, que actualmente vive en Natal, me conectó con la poesía de Horacio...y la poesía nos conectó estos dos últimos años.
El 19 de abril Horacio partió a habitar alguna estrella en el cielo de los poetas...me queda el sabor amargo de un reencuentro personal que no pudimos concretar...y la ternura de los recuerdos que sí compartimos a través del correo electrónico. Y me vuelve la misma sonrisa nostalgiosa como la que me arrancó el día que me contó que aún me recordaba recitando el "Romance de la niña negra" o nos veía a todos los chicos del grupo en las obras de teatro que hacíamos y que yo dirigía...Otros tiempos...otra edad...

Horacio...vos sabés que me gustaba leer tu poesía...y que es difícil elegir una sola entre tantas...Me quedo con ésta, que en este momento preciso de mi vida, golpea fuertemente mis sentimientos...
Mi humilde homenaje, poeta...y te digo hasta luego, hasta que vuelva a las páginas de tu libro "Hojas secas"...porque los poetas no mueren nunca.
Haydée

jueves, 15 de abril de 2010

SOLEDADES


Te invito. Estoy solo.
Mi soledad es una flor de bruma
que se espesa en la salada
vastedad oceánica
de las aguas.

Te invito. Estoy sola.
Mi soledad es la del pájaro herido
del ocaso
que muere lentamente
en los silentes brazos
de la noche.

Se acallan todos los ecos
de las voces
que pueblan el recuerdo
de los momentos vívidos
del pasado.
Todo es silencio en torno
mientras una soledad
de mítica serpiente
repta los corredores
de los tiempos.
Estamos solos
ante la faz de un mundo
-mascarada carnavalesca
simulando vidas prestadas
por un instante-
que miente una sensación
de compañías farandulescas
en la absoluta soledad
del alma.

Estar solos.
Sentirse solos.
Vivir la soledad de cada día
como el pan que se parte
en la mesa
para ser devorado por el hambre.
Hambre de otras manos en las manos.
Hambre de otra piel en nuestra piel.
Hambre de otra voz que nos susurre
palabras de amor en el oído
mientras el alarido de la sangre
vivifica la sensibilidad
incorpórea del deseo.

Estás solo.
Estoy sola.
Pero toda invitación de compañía
se anula en la vasta realidad
de las distancias.
Te invito a mirar las soledades
como un destino inexorable
que entreteje con sus dedos
la senda que amanece
en las mañanas.
Te invito a morar las soledades
en la placiente resignación del alma.

¿O acaso tendrás la valentía
de romper
esta solitaria estructura
de silencios
con palabras que enlacen
nuestras sendas
en un caminar de a dos
para el mañana?


martes, 13 de abril de 2010

AUSENCIA


¿Podés explicarme, amor,
cómo se hace
para vivir sin vos
en este dolor inexplicable
en que me sumió la vida
por el hecho impredecible
de una muerte?
Un silencio de voces
devoró tu voz,
errática perdida en la negrura
insondable
del espacio.
Me regresa en ecos de ternuras
susurradas
cuando me retraigo
sobre mí misma
en la albura fría
de las sábanas.
El llanto de la noche
me desvela.
Intentan mis ojos traspasar el tiempo
para encontrarte
en ese otro tiempo
de la nada.
Entonces, me golpea el vientre
la cruda realidad
de tus ausencias...
Ausencia de tu risa
y tus miradas.
Ausencia de tus manos
y tus abrazos.
Ausencia de tu cuerpo
y de tu alma.
Ausencia de palabras...
Ausencia que amanece
con mi amanecida ausencia
de tu amor
cada mañana.
.Haydée Norma Podestá
Fisherton, 13/04/10

lunes, 5 de abril de 2010

Iniciando la senda hacia la próxima Pascua



Primer día después del Domingo de Pascua. Como expresé en mis saludos a mi familia, a mis amigos, a mis seres queridos, la Semana Santa, para los que creemos, fue un tiempo de reflexión; para todos, un tiempo donde sentimos renacer los deseos de que el amor, la paz, los valores que nos hermanan a todos los hombres del mundo, sean posibles.


Hoy me llegó un correo con el texto poético que sigue y que deseo compartir ...por un mundo donde vivir dignamente sea posible para todos.


¡El Señor ha Resucitado! ¡Aleluya!
Todas nuestras manos vacías,
todas nuestras manos sucias,
todas nuestras manos cansadas,
todas nuestras manos llenas de cosas,
todas nuestras manos amenazantes,
todas nuestras manos...
por la Resurrección del Señor
quedan liberadas para abrazar con todas las fuerzas.
¡El Señor ha Resucitado! ¡Aleluya!
Hoy la Iglesia se engalana con sus mejores ropajes,
inundada por tan inmensa Luz;
hoy los creyentes sentimos y celebramos
que la vida vence todas las sombras de muerte,
que la Resurrección es esperanza para todos.
¡El Señor ha Resucitado! ¡Aleluya!
Hoy con Jesús, el Cristo, todos resucitamos,
todos renovamos nuestro compromiso
de apostar por la vida y por el optimismo;
por los buenos proyectos y por los más desfavorecidos;
por los más indiferentes y por la paz sin condiciones;
por el bien común, por la desapropiación que humaniza;
por la liberación de toda atadura
y por los hermanos antes que por nosotros mismos.
Gritemos con nuestra vida que
¡El Señor ha Resucitado! ¡Aleluya!
¡Feliz Pascua de Resurrección!