sábado, 30 de enero de 2010

VATICINIO


Fantástica luna de plata

espiando sueños dormidos;

en el portal de la noche

un marco de estrellas brilla

sus destellos diamantinos.

Nocturna es la introspección

de los mundos personales;

realidad de nuestra esencia,

seres creados y creadores

de la trama de la vida.

La fuerza que nos sostiene

nos ilumina el sendero;

somos únicos, valiosos,

incomparables criaturas

con naturales talentos.

Cada cual tiene una estrella

que es norte de su destino;

en su absoluto silencio

la armonía de los mundos

vibra voces de misterio.

Incógnita existencial

el devenir de los tiempos:

penetramos en el túnel

de este viaje sin regreso

abrazando los recuerdos.

Y despertamos un día

a la realidad de un sueño

-vamos soñando despiertos-

mientras desandan los pasos

las arenas del misterio.

Recoge vibrante imagen

de nuestra vida, el espejo

inmaterial de este cosmos

que habitamos como cuerpos

reflejando los silencios

del alma que nos destinan

desde el génesis primero.

Así, un día entre tantos

sólo espíritu seremos

para vagar los espacios

de un vital mundo eterno.


A ese mundo de espíritus

muy juntos lo habitaremos.


Haydée Norma Podestá

miércoles, 27 de enero de 2010

TE REGALARÉ UNA RAZÓN PARA VIVIR...



Te regalaré una razón para vivir,
para colmar las horas de tu lejanía,
cuando la calma de la tarde llega
plena de nostalgias y melancolía.

Te regalaré el rumor del viento en los pinares
o el gemido bronco del mar entre las peñas.
O ese ocaso que se quebranta en soles
pintando de arreboles alguna marea.

Te regalaré una razón para vivir
para dar sentido a todos los silencios
cuando el amanecer besa en tu cama
la frialdad vacía de un solitario lecho.

Te regalaré los cantos de las madrugadas
cuando el aire quiebran miles de gorjeos;
la sonrisa blanca de todos los niños
y el contacto leve, leve de unos dedos.

Te regalaré una razón para vivir
para hacer reales todos tus deseos;
para proyectarte hacia el infinito
en los giros locos de todos tus sueños.

Te regalaré la sombra de todos los pasos
de aquellos amantes de las lunas llenas,
que en furtivas citas se beben a besos
el ansia impaciente de la ansiosa espera.

Te regalaré una razón para vivir…
la eterna esperanza de un amor ardiente,
que lleve la magia de saberte un hombre
amado y deseado desde siempre…siempre


Haydée Norma Podestá

martes, 26 de enero de 2010

CAMINANTE DE LA NOCHE


Caminante de la noche,
alunecida de luna llena,
adivino los festones
pespunteados
de las hojitas negras
de los paraísos
sobre la faz blanca.
.
A veces
un fugaz vuelo
siluetea un pájaro de ébano
contra
la nívea luminaria;
breve instante, suspendido
en el tiempo secular
de innúmeras noches de plenilunio
donde otros vuelos
-los inquietantes,
erráticos vuelos de los murciélagos
familiares de mi barrio-
coqueteaban
con el miedo atávico
de los viejos cuentos.
.
Camino la noche
acompasada de silencio
en tanto
el bronco latido de mi sangre
retumba las paredes del aire
y ensordece,
estallando mis ansias
el frágil cristal de la nocturna copa
que contiene
la marea de mi paso
por las sombras.
.
La luz de una farola
simula un límite
al deambular
de mis nostalgias.
En un paralelo de luces
-luz lunar,
luz de farola-
me inmoviliza el llanto
y mentalmente rompo las barreras
de lo fenecido,
en el segundo mismo
en que reimpulso mis pasos
hacia esa noche
espectante
de que la siga caminando.
.
Y...camino...camino...,
noctámbula extraviada a la deriva,
los pasos tras los pasos tras los pasos
de todos los caminantes
de cada madrugada.
.
Haydée Norma Podestá
Fisherton, 7/12/09

domingo, 24 de enero de 2010

PARA VOS




Sos mi necesidad
y mi todo.
Sos mi entrega
y mi presente.
Sos mi dicha
y sos mi luz,
Sos el hombre
que esperaba
desde la eternidad
insondable.

Mi alma inquieta palpita
cascabeles rojos;
tintineo jubiloso
de mi sangre enloquecida
-pulsando en mis sienes,
arrebolando mi rostro,-
por ese mar impetuoso
de caricias y de besos
depositando ternuras
en el jazmín de mi cuerpo;
relicario de tu amor,
vaso de orfebrería
al que moldearon tus manos.
Sueños de vida nueva
compartidos
en los sueños
soñados entrelazando
el abrazo de los cuerpos,
mientras se muerde la vida
la corriente de los días
para engarzarlos en años,
compartiendo nuestra dicha.

¡Ay, las horas fenecidas
susurrando mis anhelos!

¡¡Ay, quien pudiera soñar
sueños del amor eterno!!
Haydée Norma Podestá
Mar Azul (Buenos Aires), 22/01/10