
Tu voz
apenas susurrada en mi oído.
Tu voz
tan suave y con cadencias infinitas.
Tu voz
con ese marcado sonido de la jota.
Tu voz
acelerando el pulso de mi sangre.
Me miro en tus ojos
y tus palabras
subyugan el pulso de mi carne.
Anidas mis manos en las tuyas
y el murmullo de tu traviesa voz de niño grande
juguetea un mensaje de amor
acelerando
el loco ritmo cardíaco,
galopando
los sensibles canales de mi alma.
Tu voz
que envuelve en su música mis sienes.
Tu voz
que acompasa mis palabras.
Tu voz
estremeciendo mi cuerpo de jazmines.
Tu voz...
mágica voz que me atrapa
en ese punto indescifrable
donde soy tuya
y me amas.
Haydée Norma Podestá
Fisherton, 05/ 09/ 09
No hay comentarios:
Publicar un comentario