domingo, 21 de junio de 2009

MI VIEJO

(Mi hermano Pirucho me dio a leer esta poesía en el día del padre y como me gustó la comparto con mis lectores y amigos)

Dondequiera que voy, lo llevo conmigo.
Latiendo en mi sangre. En mi corazón, prendido.
Siguiendo sus pasos me largué al camino
y en sus sueños humildes, fui acunando los míos.
En su nombre honesto, cimenté mis ladrillos
y en su misma huerta, he sembrado mi trigo.
En sus manos rugosas de laburo y rocío,
protegí a las mías de tormentas y fríos.
En su mesa sin lujos, de sencillo vino,
he bebido consejos, he comido pan limpio.
Y aunque a veces pensamos con criterios distintos,
qué sería mi vida sin su voz y su abrigo,
una triste guitarra, sin un solo sonido,
una playa sin mar, un gorrión sin nido.
Simplemente por esto, con amor infinito,
dondequiera que voy, lo llevo conmigo.
Y a todos los vientos, con orgullo digo:
Ese hombre es mi Padre. Mi viejo. Mi amigo.
Y lo tengo aquí, en mi corazón, prendido.

Horacio Alberto Vero
del libro "Paisajes"

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