Un son de campanas que hablan del tiempo,
el vuelo rasante de alguna gaviota,
la gélida luna brillando en las aguas,
un coro de aullidos buscando esa luna
en noches de otoño, durmiendo en la fronda
de un mítico bosque de pinos y fresnos.
El coro inocente de tímidos niños,
las sendas que parten a mágicos rumbos,
el canto del agua de algún arroyuelo,
la risa sonora de todos los juegos
de todas las rondas de niñas del mundo
rodando las horas en tardes de estío.
Un gajo de oro de alguna naranja,
la sombra imponente de un viejo castillo,
trotar de caballos bebiendo los aires,
la espuma salada de todos los mares,
la áurea marea de un campo de trigo
las manos callosas de ignota artesana.
El trino de un pájaro cantándole al alba,
la noche estrellada que preña suspiros,
el croar de las ranas de alguna laguna,
el sueño tranquilo velando las cunas,
un piar de polluelos en los nidos tibios,
de un antiguo espejo, la imagen más clara.
De todas estas cosas que ama mi alma,
un poco de todo, un poco de nada,
tomarán mis versos para las palabras
que enlaza mi amor, cuando se te extraña.
Y en el ritornelo de loca esperanza
buscarán los aires de cada mañana,
cruzarán las pampas, cruzarán montañas,
para susurrarte que mi amor te aguarda.
Haydée Norma Podestá
Rosario, 31/7/11
derechos reservados
3 comentarios:
COMENTARIO EN PUBLIMENTAR
Anónimo dijo...
Querida Haydée, una belleza de poema en la maravillosa sencillez de la naturaleza. Besos sinceros. Sergio
31 de julio de 2011 12:06
COMENTARIO EN PUBLIMENTAR
Anónimo dijo...
En noches de otoño, durmiendo en la fronda
rodando las horas en tardes de estío.
las manos callosas de ignota artesana.
la noche estrellada que preña suspiros,
y en el ritornelo de loca esperanza
....
estoy yo, tu amigo, besándote el alma.
¡MARAVILLOSO!
Mientras me estremezco con la calidad de tu escrito, que ya estoy imprimiendo, te confieso... (pero, no se los cuente a nadie)...
me anda rondando una lágrima. TQM, Néstor
31 de julio de 2011 12:30
Haydée, querida Amiga, todos los sentidos puestos en la emoción de tu adorable poema.
Como una cascada de sentimientos se enlazan los versos, cierro los ojos y puedo visualizar cada uno de los paisajes que describes con tanta elocuencia.
El final increíblemente guarda toda la dulzura y la esperanza de un corazón que supo conocer el verdadero amor, el que todo lo da sin pedir nada a cambio.
Besitos de Luz.
Elenita
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