jueves, 25 de agosto de 2011

DESEO PARA LOS NIÑOS

por MEX URTIZBEREA

Lo comparto con Uds.; me llegó por mi correo

 

Que sean niños los niños.
Que sean niños, y no clientes de las compañías de celulares, o vendedores de rosas en los bares, o estrellas descartables de la televisión.
Niños, no limpiavidrios en los semáforos, o botín de padres enfrentados o repartidores de estampitas en los subtes.
Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente.
Que no sean foto de un portal pornográfico.
Que no sean los habitantes de un reformatorio.
Que no sean costureros en talleres ilegales de ningún lugar del mundo.
Que sean niños los niños, y no un target.
Que no sean los que pagan las culpas. Los que reciben los golpes. Los bombardeados por publicidad.
Que sean niños los niños. Todo lo aniñados que quieran. Todo lo infantiles que quieran. Todo lo ingenuos que quieran. Que hagan libremente sus niñerías.
Que se dediquen a ser niños y no a otra cosa.
Que no sean los que no juegan, los acosados por las preocupaciones, los tapados de actividades.
Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen compañero.
Que sean niños los niños y no los incentivados con desmesura a consumir todo lo que saca el mercado.
Que sean niños, y no los que aspiran pegamento en una esquina o fuman paco en la otra, tan de nadie, tan desprotegidos.
Niños, no nombres que tienen que rogar por recibir el apellido paterno o la cuota de alimentos.
Que sean niños los niños.
Y que los niños sean lo intocable, que sea la gran coincidencia en cualquier discusión ideológica; que por ellos se desvelen los economistas de todas las corrientes, los dirigentes de todos los partidos, los periodistas de todos los medios, los vecinos de todas las cuadras, los asistentes sociales de todas las municipalidades, los maestros de todas las escuelas.
Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores.
Que sean niños, no "el repetidor" o "el conflictivo" o "el que nunca trae los deberes".

Niños, y no los que empujan el carro con cartones.
Que sean niños los niños, simplemente.
Que ejerzan en paz el oficio de recién llegados.
Que se los llame a trabajar con la imaginación o con lápices de colores.
Que se los deje ser niños, todo lo niños que quieran.
Y que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no se hablan, que por ellos hagan algo los que nunca hicieron nada.
Que sean niños los niños y que no dejen de joder con la pelota.
Que sean niños en su día. Que lo sean todos los días del año. Que sean felices los niños, por ser niños.
Inocentes de todo lo heredado.

 




lunes, 22 de agosto de 2011

TE AMO MUJER...


Te amo mujer desde la aurora
con el nacer del sol cada mañana
por mirarme en tus ojos  cristalinos
e iluminarme con tu sonrisa destellosa ...
.
Te amo también a mediodía
cuando el sol en el cenit es el Olimpo
de luz, de calor, de todo fuego
que es comunión infinita en nuestros pechos ...
.
 Mas también la noche generosa
nos envuelve con su manto interminable
entonces te amo igual como en la aurora
o a la hora del cenit esplendoroso ...
JEME MAZZETTI BURGA


jueves, 18 de agosto de 2011

ACRÓSTICO IV

Para mi amiga Susana Feibelmann...o la Su, o Su F., o Su Fei, o Susana F., que todos esos nombres podemos intercambiar cuando nos vemos o nos hablamos o nos escribimos mientras yo escucho un ¡¡hola Haydée Norma!! o más recientemente Haydeelanorma, nombres que se ahogan en nuestro abrazo o con el ruido del beso de alegría que siempre intercambiamos las amigas.

S oles cósmicos se encienden en tu piel
U nidos a cálidos jazmines.
S erenidad germinal de nuevos seres
A trapados en tu vientre y en tus manos 
N acen, como míticos pájaros libertarios,
lborotados por beber la vida.

G énesis en síntesis de hijos y de alumnos
R esonando en un confín de universos.

A caso un día te lleguen sus latidos -
C orazones de luz vibrando entre los hombres,
I  lusión de tus sueños más profundos -
E ntre las hojas del árbol de la vida...
uminarán, entonces,  de nuevo tus espacios
A legrando el tiempo del descanso.

F eliz quien puede engendrar ideas
E n las mentes sedientas de saberes.
magen de otros ardientes soñadores,
B rindás pasión a las  ansias de tus niños,
E ncendiendo  sus almas con mágicas palabras
L anzándolos a los mares y puertos de la vida.
Mujer por esencia y por esa fuerza
A rdiente de la sangre que corre
N utricia por tus venas, floreciendo en amores 
N uevos, en cada instante de una larga vida.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 23 de febrero de 2011

martes, 16 de agosto de 2011

LO QUE CALLAMOS.


Mi vida fue inconscientemente feliz hasta casi mis quince años.
Si pienso en esa etapa anterior al primer gran dolor que experimenté, todo en ella contribuyó para hacer de mí una persona con gratos recuerdos de su infancia.
El haber nacido y crecido en la  casona que edificó mi abuela paterna según la que su familia tenía en Milán, con sus techos altos y las grandes habitaciones con ventanas enormes que nos servían de vías de escape a mi hermano y a mí en las largas siestas del verano, el haber correteado por los senderos de su jardín, trepado a las altas casuarinas, hecho collares con los conitos de los eucaliptus, tostados los piñones de las araucarias, desgajado los naranjos y el mandarino para sacar sus frutas dulces y jugosas o tenderme a la sombra de la vieja parra de uvas blancas para inventar dibujos en las nubes, entre miles de otras actividades que nos ponían en contacto directo con la naturaleza, contribuyó a afianzar en mí esta necesidad permanente de libertad, acuñada en un pedazo de suelo que me dió raíces para crecer, alas para volar y mi lugar en el mundo.
Yo elijo siempre guardar los bellos recuerdos de todas las situaciones y etapas de mi vida porque tuve una infancia feliz, arrullada de mimos y abrazos; porque en ella aprendí que lo que perdura para hacernos crecer y elevarnos espiritualmente , lo que no daña al alma, es elegir lo que te  despierta la sonrisa en los labios y descartar lo que te frunce el ceño.
Sin embargo, hay un dolor que vive instalado en mi nostalgia de los años sin preocupaciones.
Mi padre fue una figura muy fuerte, muy importante en mi vida.  Era un hombre alegre, que jugaba con mi madre, mi hermano y yo cuando llegaba del trabajo; que nos leía cuentos y nos relataba historias de extraterretres cuando, sentados en los escalones de mármol del porche del frente, las noches cálidas del estío, mirábamos las estrellas y aprendíamos sus nombres. Con mi padre comencé a recitar "El Fausto" de Estanislao del Campo, mientras lo miraba afeitarse o a cazar ranas atrapándolas con la mano en la laguna que desapareció cuando el progreso trazó la Avenida de Circunvalación. Con mi padre compartíamos la pasión por el cine y fue mi padre quien me subió sobre una moto a los doce años y me explicó cómo dominar al viento.
También mi padre me enseñó el valor de las palabras. En los dos eneros anteriores al de su muerte, fallecieron un hermano y una hermana suyos, jóvenes aún. En una de esas ocasiones, hablando del dolor y de la muerte, me enseñó que las palabras de amor o de cariño no les sirven de nada a los muertos; que las cosas buenas que pensamos de los otros debemos decírselas en vida, cuando pueden ser oídas y apreciadas por los seres que amamos o que admiramos...y que, antes de decir algo desagradable a alguien, lo pensara muy bien y reflexionara si valía la pena ser dicho.
Mi dolor, ése no cerrado, es que la muerte me arrebató súbitamente a mi padre cuatro meses antes de cumplir mis quince años...y me quedaron en el corazón y en los labios montones de palabras de mi amor de hija que no pude decirle nunca...
Por eso, no te olvidés de decir en vida a las personas que amás, cuánto las querés...Lo que se calla para después, puede llegar demasiado tarde. Cuando, tal vez,  podemos gritar al viento las palabras no dichas...pero ya no podrán ser escuchadas por  los oídos para los cuales fueron pronunciadas.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 16 /8/11
Santa Fe, Argentina

sábado, 13 de agosto de 2011

AMIGAS

2.31 hs de la madrugada. Acabo de llegar de la casa de Raquel. Festejamos su cumpleaños. Tacos y pizza con un buen vino y cerveza y de remate una torta de chocolate con dulce de leche, que , a pesar de ser un pecado para las dietas, pues pecamos sin el menor cargo de conciencia. Por lo menos, en lo que a mí se refiere; eso sí, me limité a saborear lentamente un trozo no muy grande.Con tres viajes largos en el horizonte próximo de mi vida, y un buen lavado de cabeza por parte de mi traumatólogo, he prometido hacer bien las cosas y preocuparme un poco más por mi salud. Después de todo, no tengo más que este cuerpo para seguir recorriendo el sendero de mi vida y es hora de que escuche sus reclamos.
La reunión de amigas-mi grupo de amigas de la Escuela Gabriela Mistral, al que se incorporó mi hija- estuvo genial.
Siempre la pasamos muy bien. La ventaja de ser docente es que tenés amigas de todas las edades, situación que te obliga a pasar por todo el repertorio de temas de conversación que tenemos las mujeres en el transcurso de nuestra vida y, cuando una se detiene demasiado en los problemas de los hijos adolescentes, o en el cambio de pañales o en las últimas consultas al médico, los diversos intereses hacen derivar la charla hacia otros tópicos...y entonces nos reímos recordando cosas que nos sucedieron en los viajes que compartimos, o anécdotas de los alumnos o, el eterno tema femenino...los hombres. Porque los hombres encajan en todas las situaciones y en todas las edades. Imaginate veinte mujeres, con esa facilidad de hablar casi todas al mismo tiempo,(sobre todo si son maestras), tres o cuatro temas distintos, pero escuchando y participando de todos simultáneamente; enterándote de lo que le pasó al marido de Marga cuando alquilaron caballos en la costa y dónde se fue a votar para el domingo la pareja de Fernanda y por qué este sábado no sale Patri con su novio, ya sea consolando a una o riéndote a carcajadas por el caballo empacado de la otra, donde también se mezclan datos de las rebajas en los supermercados el domingo o las costumbres de un perro de alguna de las presentes o quéricaycómohicistelapizzacaseradameotropedazo...Se suele llegar a algunas de nuestras frases célebres, producto de sesudas conclusiones, prolijamente acuñadas en un diario a tal efecto. La de esta noche es genial en su simplicidad..."Un perro es un perro...un gato es un gato...y un hombre es un hombre". Simple pero muy profunda. Y no me preguntés cómo ni por qué salió porque perdería el sabor de lo inexplicable.
Las nuestras no son mesas redondas, son vulgarmente rectangulares y muchas veces ocupamos espacios informales en sillones o en el suelo; depende de la casa de quien recibe. Pero qué bueno es sentir el aire vibrando con las carcajadas que remata un comentario o una historia de escuchameloquemepasóoooo. Charla y risas se llaman a sosiego cuando nos empezamos a preparar para despedirnos porque mientras nos ponemos los abrigos y recuperamos nuestras carteras desparramadas sobre la cama de la dueña de casa y vemos quién lleva a quién y si hace falta llamar un taxi para la que vive lejos y hacia otro lado de la ciudad, suenan los besos y se producen los abrazos en serie despidiéndonos como si fueran a pasar siglos sin vernos, aún cuando al día siguiente estemos juntas de nuevo en el trabajo o compartiendo unos mates.
Ahora ya estoy en casa. Abrí un momento la ventana que da al jardín para que entre el aire fresco de la noche. Siento ladrar a mi perro mientras me pongo el pijama y me meto en la cama, agradeciendo al destino que me regaló tantas y tan buenas amigas.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 13 de agosto de 2011

miércoles, 10 de agosto de 2011

TERCA LUZ

Un magnífico poema del escritor español Manuel María Torres Rojas donde la magia de los colores compite con la belleza de las imágenes para dar marco a su profundo contenido.
¡¡Muchísimas gracias, poeta, por permitirme compartirlo y por dar jerarquía a mi blog!!

( foto Daria Werbowy por Cass Bird )

De la terca luz su postrer fulgor reúno.
Cautivo y descompuesto en oros y malvas y esmeraldas,
el fulgor apenas vela mi ánima de ambarinos linos.


Tal vez fuera piadoso que esa luz de luz se recogiera
en un solo haz de domésticas volutas, polvo de libros,
y así el niño que queda apenas tuviera otra encomienda
que limpiar las celdillas de mi memoria.

Mas... ¡qué va!... la impía luminiscencia no ceja
Hasta derribar el nido de mi cama.


Quiebra el rayo por el cristal herido
y rompe en topacios y opalinas y cárdenas turmalinas
que a danzar invitan al hombre antiguo y a la mujer nueva.

Bailamos tres, el hombre solo,
la mujer que llega y el eterno niño.


Peces fusiformes chocan, mecánicos,
sus bocas en minerales besos de estéril cortejo;
mil cristales bermellones revientan
las paredes cotidianas de mi egocéntrica guarida.


¡Inclemente luz que a su albedrío administra las sombras!

Tarde quita claridad y el ocaso abate los colores
y gemas presos en los vidrios de mi caleidoscopio.

Hombre, mujer y niño lamentan la noche.
     
MANUEL MARÍA TORRES ROJAS  


martes, 9 de agosto de 2011

VACÍA DE MÍ...



Me estaba quedando vacía de mí.
Mi cuerpo yacente,  tirado en la cama,
dejando al olvido perder los momentos
de cálidos besos
de fuertes abrazos…
Me estaba volviendo un ser sin recuerdos.
La luz se opacaba  borrando el pasado.
La mente en blanco,
dejando en la sombra el calor de tu cuerpo,
tu voz, tu sonrisa de niño malcriado.
Me estaba quedando como un saco roto
que pierde el relleno  de a poco.
Borré mis sonrisas,
se tensó mi rostro
y un rictus amargo deformó mi boca.
La luz de mis ojos apagó su fuego;
me estaba quedando vacía de todo…

Fue tan sólo entonces,
mínimas palabras
cambiaron  mi vida.
“¿Te acuerdas de todo?”
percibió mi oído…

Y en el torbellino
de tu amor viviente
se nutrió mi risa,
se expandió mi canto,
palpitó mi cuerpo,
estalló mi sangre
y volvió la vida.
Porque supe entonces
que el amor no muere
cuando ha sido…¡tanto!



Haydée Norma Podestá
Rosario, 9/8/11
Santa Fe, Argentina
Derechos reservados

sábado, 6 de agosto de 2011

EN RECUERDO DE ZAIDENA...

Hoy, 6 de agosto, hace un año que falleció ZAIDENA, poetisa residente en la localidad de Elortondo, Santa Fe.Vida truncada muy joven que se llevó al silencio de las palabras no dichas todo lo que sus sentimientos podrían haber seguido floreciendo en poesía.
Mi recuerdo y mi homenaje...¡¡Gracias por la belleza de tus palabras que quedaron para deleite de nuestros espíritus!! Comparto con quienes me lean esta poesía tuya.

A TI




Quisiera por vos cruzar las aguas
Que me separan de tu amor incierto,
Tocar tu cara con mis manos arduas
Por amores que no anclaron en mi puerto.

Quisiera por vos surcar los cielos
Y llegar volando hasta tu casa,
Llenar de pétalos tus suelos
E impregnarme de aromas y fragancias.

Quisiera por vos atravesar la roca
Para poder más rápido encontrarte,
Dar rienda suelta a mi mente loca
Y en tu boca suave con pasión besarte.

Quisiera que me quieras encendido,
Y que explores mis ríos y montañas,
Que recorras este cuerpo estremecido
¡y olvidemos juntos el mañana!

Zaidena 08-10-2008

PRESENCIA DE LUZ

Esta poesía es la antítesis de la anterior, la que hice como un juego de posibilidades creativas...y con la sonrisa de los recuerdos felices...que son los que valen la pena...que son con los que me quedo...que son los que impulsan mi alegría cotidiana de vivir...¡¡¡La VIDA es hermosa y todos los días te sorprende con un milagro...sólo basta darse cuenta!!!




Mis manos arman tu rostro, tu boca, tu pelo,
robando al recuerdo un retazo de tiempo.
Te pinto en los ojos un canto de vida,
deslizo un dedo sobre tu mejilla,
invento una flor en tu espalda,
te beso en el vientre la herida,
cosquilleo tu tetilla
izquierda con dulzura…
De locos amores
vuelven fugaces,
nuestros días.
Me traen,
Amor,
luz.

Haydée Norma Podestá 
Rosario, 5 de agosto de 2011
Derechos reservados 

viernes, 5 de agosto de 2011

CEGUERA...

Mi querido amigo, el escritor Néstor Agustín Lombardi, nos propuso una poesía en escalera, que sería como un soneto partido en diagonal. No sé si es una ocurrencia propia o ya existía esta forma de poesía...pero me significó un desafío poder hacer mi escalera. Son catorce versos, comenzando con una sílaba y finalizando con catorce. Hay licencias poéticas en el 8º, 10ºy 13º versos para dar el conteo de las sílabas.



Ser
sólo
una más
entre todas
las inocentes
amadas confiadas
en tus dulces palabras,
sabrosa de mieles tu voz.
Saber que no fui la primera
ni tampoco la última amante;
confiada paloma herida de amor
gacela inocente en tus cálidos brazos.
Hoy siento una espada clavada en mi pecho
mientras, tu imagen amada, se viste de tiempo.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 1/8/11
Derechos reservados

miércoles, 3 de agosto de 2011

ES IMPOSIBLE

Néstor Agustín Lombardi


Una emoción para compartir...
http://youtu.be/ek3WvaRjW1E

martes, 2 de agosto de 2011

MI DULCE ENSUEÑO



Dibuja mi sueño tu rostro, tu forma,
tu alma camina de mi mano.

No hay nada más real
que soñarte viviendo ...

Jeme Mazzetti Burga
29/11/2009


lunes, 1 de agosto de 2011

PINCELADAS

Un son de campanas que hablan del tiempo,
el vuelo rasante de alguna gaviota,
la gélida luna brillando en las aguas,
un coro de aullidos buscando esa luna
en noches de otoño, durmiendo en la fronda
de un mítico bosque de pinos y fresnos.

El coro inocente de tímidos niños,
las sendas que parten a mágicos rumbos, 
el canto del agua de algún arroyuelo,
la risa sonora de todos los juegos
de todas las rondas de niñas del mundo
rodando las horas en tardes de estío.

Un gajo de oro de alguna naranja,
la sombra imponente de un viejo castillo, 
trotar de  caballos bebiendo los aires,
la espuma salada de todos los mares,
la áurea marea de un campo de trigo
las manos callosas de ignota artesana.

El trino de un pájaro cantándole al alba,
la noche estrellada que preña suspiros,
el croar de las ranas de alguna laguna,
el sueño tranquilo velando las cunas,
un piar de polluelos en los nidos tibios,
de un antiguo espejo, la imagen más clara.

De todas estas cosas que  ama mi alma,
un poco de todo, un poco de nada,
tomarán mis versos  para las palabras
que enlaza mi amor, cuando se te extraña.

Y en el ritornelo de loca esperanza
buscarán los aires de cada mañana,
cruzarán las pampas, cruzarán montañas,
para susurrarte que mi amor te aguarda.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 31/7/11
derechos reservados