Martillea el hambre
en la boca,
en las sienes,
en la panza.
Sobre todo...en la panza.
Entraña vacía de alimento
arrugada en un nudo
de dolor
casi sin solución.
Que lo dobla en dos,
que le lleva las tenazas
de las manos
a ese lugar de su anatomía
sin remedio
olvidado.
Olvidado
de los que les sobra comida,
de los que se hartan de poder,
de los que saborean palabras
sin sentido
porque no calman
el hormigueo constante
de la entraña.
Tiene los ojos opacos.
Tiene los ojos rebeldes...
de mirar la vida
como un hombre
¡y es sólo un niño!
Y vos
que sos feliz,
que te creés importante,
que tenés el día a día
solucionado,
que recitás
la solidaridad.
Vos
que sos responsable
del hambre.
¿Qué hacés por ese chico de la calle?
Vos
¿Qué hiciste hoy por él?
Haydée Norma Podestá
En "Fronteras del viento", Granadero Baigorria, Acuarela, 2012
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