martes, 24 de septiembre de 2019

PREÑEZ





Una línea de luz
engendra el horizonte en el vientre
lejano de la tierra.
Canta el zorzal
desperezando la mañana.
Esta mañana  de mis manos
brotadas de pájaros y mariposas.
Abre sus capullos rosas
el amanecer
floreciendo besos para mi boca
de esperanzado ardor
mientras me abandono
en los brazos de un misterioso viento
que me rapta
para depositarme
junto a mi perdido amor…
El sol trepó las escaleras del cielo…
yo despierto en el vientre duplicado
de mi reloj de arena.
Mansamente se escurre mi alma
entre la geografía de mis dedos
para vestir la realidad
de blancas palomas mensajeras.
Entonces
me estremezco
descubriendo mi camino
vacío de horizontes…
pero pleno de  posibles infinitos
preñando la quietud
de esta mañana.

Haydée Norma Podestá
Fisherton, 24/9/19
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