lunes, 17 de septiembre de 2018

Y DE PRONTO, UN DÍA...

Para Maisa, en recuerdo de Nahuel, compartiendo su dolor.

Y de pronto, un día,
sentís que la vida late en vos.
Acariciás tu vientre
en la curva de una sonrisa misteriosa
y, de tu secreto, cómplice.
Se prenden mariposas en tu pelo
y luciérnagas de amor en tu mirada.
La esperanza crece nueve meses
en tu entraña
hasta parir la luz de otros ojos.
Se estremecen tus manos
en caricias de amor para tu hijo.
Alimentás su cuerpo y sus sueños
mientras se vuelve hombre
aunque en el nido de tu pecho
siempre será niño.
Y de pronto, un día,
sentís orgullo
de verlo dejar huellas
en el sendero de su propia vida.
Hay un revuelo
de primaveras y veranos
cuajando el fruto de sus manos
que se vuelve simiente enternecida
al posar sus labios sobre un hijo.
Y es la risa en la canción de mediodías…

Y de pronto, un día,
cuatro llagas arrebatan su esperanza,
sonidos secos, huecos de silencios,
que atraviesan su destino
y tu impotencia.
Desgarra tu dolor el grito
que pregunta por qué al infinito
y te abrazan los deseos de justicia
de todos los que imploramos nunca más
la injusta muerte de un hijo.

Y de pronto, este día,
caen heridas todas las palomas de paz
y las madres lloramos al unísono
tu dolor,
nuestro dolor,
sobre el planeta.
Haydée Norma Podestá.
Fisherton, 16/9/2018

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