Luna llena…
La redondez de su albura
brillante arroja sus luces,
tornando en día la noche
que se arropa en las sombras
para huir de la luna.
Luna llena…
La ciudad crece su altura
en el cemento que sube,
en los guiños de faroles,
en ramas negras de fronda
para abrazar a la luna.
Luna llena…
Sentada tras los cristales
inmensos de mi ventana,
ovillada sobre el suelo,
conteniendo mis rodillas,
me baño en luz de la luna…
Y en sus brazos irreales
acuno perdidas nanas;
mientras danzan los recuerdos
curvan mi boca sonrisas
porque en la entraña de luna
mi alma…¡vuelve a ser niña!
Haydée Norma Podestá
Rosario, Santa Fe, Argentina
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