miércoles, 28 de enero de 2009

EL GLOBO ROJO

Venía hacia mí.
Un rojo resplandor
surcando el aire.
No pude darme cuenta
si era ilusión o realidad
porque en un instante
lo perdí...

...Y de pronto lo vi allí,
parado delante de mis ojos.
Enorme en su rubicunda redondez,
imagen de mis sueños más profundos.
Estiré las manos para alcanzarlo,
impaciente en mis ansias de posesión.
Pero el globo se alejaba
un poco más
a cada intento mío.
Miré mis manos;
percibía que ya no eran
las de un niño.
Entonces comprendí por qué se iba.
La ilusión no era inocente,
perdiendo los valores la pureza
de la infancia.
Sin darme cuenta
había dejado que el mundo me contaminara.
Le pedí perdón
e hice prometiera
que no me abandonaría por un brusco reventón
sino que se iría desinflando
lentamente
hasta que yo pudiera recuperar
la inocencia perdida
en la distancia.

Haydée Norma Podestá

No hay comentarios: