viernes, 8 de abril de 2016

REFLEXIÓN DEL SER




En la retorcida espiral
de la manada
se percibe un agitado palpitar de cuerpos.
¿Qué oscuros impulsos cavernarios
me proyectan a la noche
de los tiempos?
Fugaz instante en el constante
girar sus manecillas
el reloj eterno.
Pequeña nada
en la inmensidad del todo...
Y, sin embargo,
lato mi palpitar de vida
aquí y ahora,
alucinada viajera
suspendida
entre lo que fue
y lo que será
alimentando la memoria tribal
de mis ancestros;
génesis de los que vendrán
sin saber
que yo existía...
Como expiró la memoria
de mis abuelos
en las fugaces márgenes del olvido.
También ellos respiraron un día
y ya no son.
También yo diluiré la memoria
de mis pasos
en la retorcida espiral
de la manada
y ya no seré...
¡aunque ahora, vivo y soy!
Haydée Norma Podestá.
Rosario, 8/4/2016
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