lunes, 15 de febrero de 2016

AY, PENA DE LEJANÍA


 Ay pena de lejanía
 que llega cada mañana
 para despertar el sueño
 dormido de la distancia.
 Ay pena de lejanía que
 nos envuelve entre sueños,
 entre soles y luceros
 de amor en etérea noche.
 Así mi sublime amada
 nuestra pena de lejanía
 se terminará una noche
 cuando llegue hasta tu alcoba
 para cubrirte de besos
 mirándome en el espejo
 de tu piel bella y rosada;
ahí beberé de tus labios
en rojo tu amor ardiente;
ahí sentiré tus brazos
apretándome a tú cuerpo,
sintiendo como palpita
tu corazón anhelante.
Ay pena de lejanía
envuélveme entre los sueños
de mi bella rosarina
para cabalgar con ella
las distancias centellantes
de amor en etérea noche


JEME MAZZETTI BURGA


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