sábado, 24 de mayo de 2008

ESCLAVA

Esclava...
Estalló la palabra en mi oído
sublevando mi libertad espiritual
-incondicional construcción
de la esencia más íntima
de mi ser-
Pero...
¿qué incómodas resonancias conmovieron
la profundidad existencial
que me sostiene?
Tembló mi carne.
Un gemido atravesó la boca.
Pensó mi mente.
La luz de una duda
rasgó mi alma en dos.
Entonces
de la secreta hendidura
brotaron miedos inconscientes
a mi consciente estupefacto.
¿Silenciadas verdades?
Quizás...
Largo tiempo sumergidas
en el más recóndito punto
de mis entrañas.
Esclava...sí...
del egoísmo de los otros,
del dolor que me reclama,
del brindarme sin reservas,
del pensar cada cual
en sí mismo
y no cejar propósitos
cuando siento que no deseo ceder
ni tiempos,
ni palabras,
ni comprensión,
ni amistad
porque reclamo vanamente
-en ese sutil instante de mi vida-
la necesidad postrera
de recibir amparo;
y, sin embargo, ceder.
Ceder siempre.
Ceder a cada instante.
Ceder a los demás.
Postergarme.

¡Bienvenido dulce egoísmo
de pensar en mí!
Por un solo vocablo
-esclava-
mi alma, inquietud perpetua,
te acaba,
finalmente,
de adoptar.

Haydée Norma Podestá
Rosario, Argentina,21/04/08

No hay comentarios: