Desvelada
en la descarnada soledad
de mis paredes
me refugio
en el recuerdo carnal de tus memorias
donde aún sos voz
y sos silencio
y me arropa la dulzura de tus manos
mientras un beso resbala
hasta mi boca
para hacerse
vívido presente...
Entonces me repito que estoy viva
mientras que un otoño de hojas muertas
se va conmigo
hacia el frío de un invierno
que me miente
tu regreso...
Porque ya no volverán las madrugadas
prendidas al calor de tus miradas
mientras un canto de zorzales
nos despierta
desperezando mis abrazos
en tu cuerpo...
Se perdió tu vida en un camino
del que no se vuelve...
y yo te espero
con la porfía de los sueños inconscientes
para no darme cuenta
de mi propia muerte.
Haydée Norma Podestá
Fisherton, 4/6/13
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