LOBIZÓN
Quemaba el viento como vino
espeso
rompiendo los frenos del
deseo;
lento hería la vieja
arboleda
que el orbe llenaba de
alaridos.
Cayó su grito en pozos infinitos,
en alacenadas jarras entintadas,
en grises corazones ya dormidos
jamás heridos por aviesas garras.
¡Ay!
Entonces
desperté...
Viajar al negro impulso
cavernario
de destruir aquello que se
ama
en locura de amor, misterio y
vino
que en viernes de luna llena me
acompaña.
Haydée Norma Podestá
Rosario, 3/5/13
Derechos reservados
3 comentarios:
María Rosa Leoni en "Publimentar"22 de mayo de 2013 11:14
Poema fuerte, con tintes dolorosos, y con visos de tristeza. pero tiene mucha fuerza, es como un grito doloroso!! Me gustó mucho.
Besos amiguita
Néstor Lombardi en "Publimentar" 22 de mayo de 2013 11:49
"Poema fuerte"... tiene razón María Rosa. Pero... creo que todos tus escritos tienen una fortaleza especial... Lógicamente, la de la deslumbrante y encantadora autora (saludos de la cacofonía).
Un beso, Néstor
Sergio A. Amaya Santamaría en "Publimentar" 22 de mayo de 2013 12:17
Tremendo sueño convertido en deslumbrante poesía, muy bueno, querida Haydée. Te mando un beso
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