miércoles, 22 de mayo de 2013

LOBIZÓN


Quemaba el viento como vino espeso
rompiendo los frenos del deseo;
lento hería la vieja arboleda
que el orbe llenaba de alaridos.

Cayó su grito en pozos infinitos,
en alacenadas jarras entintadas,
en grises corazones ya dormidos
jamás heridos por aviesas garras.

¡Ay!
Entonces desperté...
Viajar al negro impulso cavernario
de destruir aquello que se ama
en locura de amor, misterio y vino
que en viernes de luna llena me acompaña.

Haydée Norma Podestá
Rosario, 3/5/13
Derechos reservados

3 comentarios:

Haydée Norma Podestá dijo...

María Rosa Leoni en "Publimentar"22 de mayo de 2013 11:14
Poema fuerte, con tintes dolorosos, y con visos de tristeza. pero tiene mucha fuerza, es como un grito doloroso!! Me gustó mucho.
Besos amiguita

Haydée Norma Podestá dijo...

Néstor Lombardi en "Publimentar" 22 de mayo de 2013 11:49

"Poema fuerte"... tiene razón María Rosa. Pero... creo que todos tus escritos tienen una fortaleza especial... Lógicamente, la de la deslumbrante y encantadora autora (saludos de la cacofonía).

Un beso, Néstor

Haydée Norma Podestá dijo...

Sergio A. Amaya Santamaría en "Publimentar" 22 de mayo de 2013 12:17
Tremendo sueño convertido en deslumbrante poesía, muy bueno, querida Haydée. Te mando un beso