No sé por qué
duda de mi palabra.
Tal vez porque
usted no entiende lo que es vivir en esa casa.. No es una casa como las otras.
Es una indignidad de casa. ¡Si la viera! A lo mejor, hace muchos años atrás
haya sido una buena casa. No se lo niego. Pero...¿hace mucho que no va por
allí?
¿Sabe lo que es
cada día atravesar ese matorral que llaman pomposamente "jardines"?
Es una guarida de perros salvajes que al menor descuido lo atacan a
mordiscones. A las paredes, de tanta humedad, ya ni revoque les queda; puertas
desvencijadas y ventanas que golpean con el
viento...tum...tum...tum...tum...parece que martillearan la cabeza.
No me mire con
desconfianza. Es así, como le digo. Además esa casa tiene vida propia. Se le
ocurren cosas y se las trasmite a uno en la cabeza. Yo las siento aquí, ve,
aquí, en el medio de la frente. Ella hace que sus ideas se apoderen de uno. Y
eso pasó también con el cántaro de barro. Me hablaba, ¿sabe?, me
insistía..."Soy el lugar ideal" "Animate, no seás
zonza"...Día tras día, hora tras hora, minuto a minuto. Ni de noche me
dejaba descansar .
A la vieja, la
dueña de la casa, le gustaba ese cántaro; tal vez porque era tan viejo como
ella. Yo miraba el recipiente, lo
agarraba a escondidas, lo daba vuelta
entre mis manos y un día, no sé cómo supe que él también me alentaba con las
mismas ideas que la casa. Ahora eran los dos que me insistían “No seás cobarde”
“¡Hacelo! ¡Vos sos capaz!” Tan fuerte
me hablaban que tapaban los gritos de la vieja cuando me
ordenaba una cosa tras otra y me llamaba “¡Inútil de mierda!¿Cuándo vas a
aprender a ser útil? Apestosa como el sinvergüenza de tu padre. ¡Otra buena
pieza! Desapareció sin dejar rastros y
encima tuve que cargar con vos.” Yo odiaba esa voz destemplada que me hablaba
mal de mi padre. Cuando él estaba el jardín se cuidaba. No era mala persona mi
padre.
En cambio, la
voz del cántaro era más dulce; no me menospreciaba; me hacía sentir alguien,
alguien con valor. Y su boca se agrandaba cada vez más ante mis ojos. Me
invitaba a darle una solución a mis miserias.
Hasta que no
aguanté más, tomé el hacha de la leñera, busqué a la vieja en su cuarto y la
fui descargando sobre ella; primero con todas mis fuerzas y después más
lentamente, con placer, mientras la sangre empapaba mi ropa. Pero yo sabía que
no era mi placer. Era el placer de la casa, el placer del cántaro que ya no
soportaban más las voces agrias de la vieja. Les hice caso, la fui cortando en
trozos y arrojándolos en el recipiente que se retorcía de felicidad en tanto la
casa salmodiaba una letanía de liberación.
¡No vuelva a
decirme que no me cree! Es así…Si ese maldito perro no me hubiese seguido y
enredado entre mis piernas justo cuando pasaba delante de la comisaría, el
cántaro no se hubiera roto contra el suelo y usted, señor comisario, nunca
sabría que la casa se vengó finalmente de la vieja que la llevó a la ruina.
Haydée Norma
Podestá
Derechos reservados
9 comentarios:
Excelente!! Haydeé, muy bien narrado, interesante, le diste un toque ideal a esa trama,
felicitaciones!!Un fuerte abrazo amiga.
Beto Brom, en "Publimentar"- 5 de diciembre de 2013 11:22
¡Quedé atrapado!, no, Haydée, no por la casa ni por el cántaro, sino por tu pluma que supo atraerme a semejanza de un imán.
He disfrutado la historia, cada detalle descripto, me permitió ver las escenas y casi palpar los pensamientos de la valiente personaje.
Mis sinceras felicitaciones
Abrazotes
B.B.
Sergio A. Amaya Santamaría, en "Publimentar"- 5 de diciembre de 2013 11:29
Querida Haydée, hoy tu pluma nos lleva por obscuros pasajes, entre las ruinas de la casa olvidada, realmente terrorífica, con un buen final. Te felicito. Besos
Chelo, en "Publimentar"- 6 de diciembre de 2013 01:44
Tremendo relato muy que bien has sabido llevar con la maestría de tu pluma.
Al final la casa se liberó, muy bueno amiga, te felicito, aunque creéme que te estoy leyendo en la madrugada y me está entrando un miedo que no veas. ayss si es que estas cosas no las debo leer a estas horas jeje,
Besossssss
María Rosa Leoni, en "Publimentar"- 6 de diciembre de 2013 09:47
Genia! atrapas con tan sutil historia, y lo tremendo es que "ella se lo cree" jaja "si no se hubiera caido..."
Me encantó, de principio a fin, atrapante, interesante, con todas las cualidades que tu sabes poner en un cuento!!
Pd. Deseo que las nubes qu
Lilian Beatriz Epstein Gel - Uruguaya -en "Publimentar"-6 de diciembre de 2013 15:31
Haydée, aunque suene reiterativo, me has atrapado con tu siniestra historia...
Uauuuuuuuuuuu, ¡se me ha erizado la piel!
¡Que final!
Besos y sonrisas muy azules
Lilian
María De los Ángeles Roccatto, en "Publimentar"- 6 de diciembre de 2013 18:42
Impactante desde el principio al final...atroz el desarrollo, muy bien escrita.... narrativa, atrapante....y siniestra....felicitaciones, logras mantener el interés del principio al fin.
Felicitaciones nuevamente y un besito.
Norma Casani, en "Publimentar"-7 de diciembre de 2013 14:30
¡Da miedo! ¡Qué poder el de esa casa! atrapante historia, pero mirá que mala suerte la de esta pobre mujer, ¡ Romperse el cántaro justa cerca de la comisaría! ¡muy buen final! Un placer leerte. Te mando un abrazo.
Publicar un comentario