ORO Y SANGRE
El desierto brilla aúreo...
¡Todo es oro en el crepúsculo!
Oro tibio
en el sol adormecido.
Oro suave
la claridad que envuelve
la montaña.
Oro líquido
las corrientes que se enlazan
bajo tierra.
Oro rosa
los alados mensajeros que amortajan
la faz pálida.
Oro negro
mi cabello suelto al tiempo.
Oro blanco
mis mejillas apagadas.
Y una nota discordante:
Los rubíes vacilantes
que recorren mis entrañas.
Haydée Norma Podestá
Rosario, 27 de agosto de 1961.
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