Horacio Montes- Bradley
No es un reproche lo que voy a hacerte,
ni tampoco he de decirte nada.
También en el amor cuando se es fuerte,
se pierde con la frente levantada.
El gran error fue mío por quererte
y brindarte mi alma ilusionada.
Sin saber que ya en ese momento
estaba mi vida condenada.
Porque es necesario saber cuando se ama,
que hace falta un poco de egoísmo
y yo por quererte demasiado
he caído en la trampa desdichado
de olvidarme por completo de mí mismo.
Horacio era el primo hermano de Ernesto y Elina Montes- Bradley, compañeros de mis juegos de infancia. Los veranos venían sus primos a Fisherton, como llegaban tantos otros amigos de andanzas, para pasar días de las vacaciones. Después, la vida nos llevó por caminos que no coincidían hasta que Ernesto, que actualmente vive en Natal, me conectó con la poesía de Horacio...y la poesía nos conectó estos dos últimos años.
El 19 de abril Horacio partió a habitar alguna estrella en el cielo de los poetas...me queda el sabor amargo de un reencuentro personal que no pudimos concretar...y la ternura de los recuerdos que sí compartimos a través del correo electrónico. Y me vuelve la misma sonrisa nostalgiosa como la que me arrancó el día que me contó que aún me recordaba recitando el "Romance de la niña negra" o nos veía a todos los chicos del grupo en las obras de teatro que hacíamos y que yo dirigía...Otros tiempos...otra edad...
No es un reproche lo que voy a hacerte,
ni tampoco he de decirte nada.
También en el amor cuando se es fuerte,
se pierde con la frente levantada.
El gran error fue mío por quererte
y brindarte mi alma ilusionada.
Sin saber que ya en ese momento
estaba mi vida condenada.
Porque es necesario saber cuando se ama,
que hace falta un poco de egoísmo
y yo por quererte demasiado
he caído en la trampa desdichado
de olvidarme por completo de mí mismo.
Horacio era el primo hermano de Ernesto y Elina Montes- Bradley, compañeros de mis juegos de infancia. Los veranos venían sus primos a Fisherton, como llegaban tantos otros amigos de andanzas, para pasar días de las vacaciones. Después, la vida nos llevó por caminos que no coincidían hasta que Ernesto, que actualmente vive en Natal, me conectó con la poesía de Horacio...y la poesía nos conectó estos dos últimos años.
El 19 de abril Horacio partió a habitar alguna estrella en el cielo de los poetas...me queda el sabor amargo de un reencuentro personal que no pudimos concretar...y la ternura de los recuerdos que sí compartimos a través del correo electrónico. Y me vuelve la misma sonrisa nostalgiosa como la que me arrancó el día que me contó que aún me recordaba recitando el "Romance de la niña negra" o nos veía a todos los chicos del grupo en las obras de teatro que hacíamos y que yo dirigía...Otros tiempos...otra edad...
Horacio...vos sabés que me gustaba leer tu poesía...y que es difícil elegir una sola entre tantas...Me quedo con ésta, que en este momento preciso de mi vida, golpea fuertemente mis sentimientos...
Mi humilde homenaje, poeta...y te digo hasta luego, hasta que vuelva a las páginas de tu libro "Hojas secas"...porque los poetas no mueren nunca.
Haydée
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