martes, 20 de octubre de 2015
FRENTE AL DÍA
Media mañana...
Parpadeo interrogante
al nuevo día que me abraza...
Y en la soledad de mi alcoba
resuenan los clarines del recuerdo,
las trompetas agudas de la memoria.
¿Por qué no podemos
desandar senderos?
¿Refugiarnos
en el instante mismo
en que el dedo de la felicidad
nos toca?
El horizonte es una línea incierta
en la incierta longitud
de nuestras vidas.
Falaz concepción geométrica
que siempre se nos escapa.
Impulso desatador de vida
que va desenredando
la madeja del destino...
hasta el nudo final...
corolario de la historia
que vivimos;
última lágrima de la ilusión
perdida.
Haydée Norma Podestá
Rosario, 20/10/15
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1 comentario:
Le pones belleza al por qué, a pesar de la pena en la ausencia de respuesta.
Saludos.
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