Amaneció
fragante la mañana.
En los destellos crudos de la calma
que abre sus puertas al estío
abrió la rosa
su corazón a la esperanza
de recibir, de alguna mariposa,
un beso
sobre el tenue brillo de sus gotas
de rocío.
Haydée Norma Podestá
En "Desde mis silencios"